Novak Djokovic encara la temporada 2023 con ilusión, un año que podrá empezar en Australia -como es habitual- ya sin las restricciones sanitarias que le costaron la expulsión del país el año pasado. En estos días de vacaciones, antes del inicio de un nuevo curso, habló sobre los duros meses que vivió tras la deportación antes de recuperar su mejor nivel.

Lo hizo en un acto en Marbella, donde confesó que tardó un tiempo en lograr su mejor tenis, el que le llevó a ganar Wimbledon y a firmar un gran final de temporada. "Nunca había experimentado nada igual. Necesité un par de meses para encontrarme en la pista, tanto a nivel físico como mental y emocional. Ese es el tiempo que necesite para volver a jugar el tenis que quería", reiteró.

La Asociación Británica de Tenis recibe una multa de un millón de dólares por vetar a jugadores rusos y bielorrusos

Una vez superados, el tenista de Belgrado demostró seguir en la batalla por convertirse en el mejor de todos los tiempos. Hizo en Wimbledon su vigésimo primer Grand Slam con el que superó a Roger y recortó distancias a Nadal, y volvió a levantar las ATP Finals en Turín.

Eso sí, durante esos partidos sufrió algo la falta de ritmo, pues en ellos se le pudo ver extremadamente fatigado, algo sobre lo que también se pronunció. "Espero alargar este momento de juego. No estoy tan cansado, esa es la verdad. Confío en empezar 2023 igual que he terminado 2022", aclaró para tranquilizar a sus aficionados.