Llegó España con un perfil bajo a Qatar. El hecho de no tener una superestrella en sus filas influyó en ello, también las declaraciones de jugadores y seleccionador. Pero el debut de la Roja ha sido tan arrollador, tan espectacular, que es imposible que el aficionado no se ilusione.

¿Podemos ser campeones del mundo tras el 7-0 a Costa Rica? Por supuesto. ¿Hay que rebajar la euforia? Sí, pero eso lo dejamos para mañana o pasado. Ahora toca disfrutar, soñar, que de eso se trata el fútbol. Queremos vivir otro 11 de julio de 2010 y este equipo nos hace pensar que es posible.