Drama del Atleti en Champions: se queda fuera tras fallar un penalti en el minuto 99

Atlético de Madrid
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EFE
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El Atlético de Madrid se despidió de la Champions League en un partido para olvidar en el Metropolitano ante el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. Dos veces tuvo que apretar los dientes el conjunto rojiblanco para devolver el empate al marcador, y pese a contar con un penalti fuera de tiempo, una gran actuación del meta del Leverkusen acabó con el sueño de los colchoneros en la élite europea (2-2).

El Atlético de Madrid comenzó mandando en el Metropolitano con un estilo que no acostumbra a lucir, monopolizando el cuero y elaborando para acercarse a la meta rival. La defensa alemana sufrió despejando balones, pero no tardó demasiado en sacudirse los nervios.

Superada la embestida inicial de los colchoneros, comenzaron a progresar, pase a pase, hacia la meta de Oblak. Al llegar a la frontal, la zaga atlética abortó la combinación, pero falló Griezmann en la salida, la recuperó el Leverkusen en la frontal y con un simple pase Diaby se encontró solo en el área pequeña, con libertad para definir a la escuadra.

El gol eliminaba a los locales de la Champions, por lo que la reacción fue inminente. Simeone lanzó el equipo adelante, y la primera ocasión llegó para Correa, que acabó recogiendo un rechace y probando al meta rival sin fortuna.

De nuevo el dominio era del Atlético, pero la solidez del conjunto de Xabi Alonso parecía no tener cómodos a los locales, una sensación que borraron de un plumazo Correa, Griezmann y Carrasco, siendo el belga el que puso el punto final a una gran la jugada combinativa con un disparo raso desde la frontal inalcanzable para Hradecky.

El tanto animó a la grada, que confiaba en la remontada, aunque el Metropolitano no tardó en ‘congelarse’ de nuevo. El Atlético seguía mostrando muchas dudas en defensa, y eso volivó a condenar a los rojiblancos. Fue Correa el que falló en la salida de balón, la recuperó Amiri, este se la cedió a Hudson-Odoi y el británico se las ingenió para marcar entre tres defensas.

Hasta el descanso destacaron dos ocasiones, una contra lanzada por Diaby en la que se demostró lo poco que necesitaban los alemanes para asustar, y un mal despeje de cabeza de Hincapié que cerca estuvo de colarse en su propia meta.

Los 45 minutos parecían poco margen para la remontada, y la necesidad se dejó notar en la reanudación.El ritmo de los de Simeone era inalcanzable, y de Paul, recién salido, volvió a igualar el choque con un precioso disparo con rosca desde la frontal que entró sin oposición por la izquierda de la meta de Hradecky.

A partir del gol se desvaneció casi por completo el Leverkusen, que ya apenas contó con ninguna transición rápida con las que tanto daño hizo en la primera mitad. El acoso atlético era constante, y las más claras estuvieron en las botas de Griezmann: primero con un tiro potente pero muy centrado, y después aprovechando un rechace demasiado escorado que conectó desde el suelo para estrellar el balón en el lateral de la red.

A las del francés le siguió un remate de cabeza muy claro de Saúl, la necesidad crecía con el paso de los minutos y todos los jugadores del Cholo traspasaron la medular para buscar el tanto. Con esa decisión llegaron nuevas oportunidades a la contra del Leverkusen, la mayoría frustadras por Kondogbia, excepto una jugada individual de Diaby que tuvo un mano a mano en el que se impuso Oblak.

El equipo madrileño bombardeaba sin precisión la portería alemana, siendo la más clara un remate acrobático de 'el principito' despejado por Hradecky. Pero, a la vez, el Bayer volvía llegar con peligro, obligando a Oblak a meter una mano salvadora a disparo de Paulinho.

No se rindieron los madrileños, Simeone se llevaba las manos a la cara, y el milagro no parecía llegar en los cinco minutos de añadido... hasta que llegó. Ya con el pitido final, el VAR llamó al colegiado a revisar la pantalla, y señaló penalti por un toque con el brazo de un defensor del equipo germano que evitó el remate de Oblak. 

Carrasco colocó el balón en los once metros, pateó fuerte a la izquierda de Hradecky, al mismo lugar a donde se lanzó el eslovaco. El rechace lo pescó Saúl, que estrelló el balón en el travesaño, y el tercer intento fue de Reinildo, que quedó despejado por su compañero Carrasco. Segundo pitido final, y el Atlético de Madrid eliminado de la Liga de Campeones.

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