El Sevilla se impuso este martes al Copenhague en el Sánchez-Pizjuán con tres goles de En-Nesiry, Isco y Montiel que aseguraron su presencia en la Europa League. Los hispalenses sufrieron a lo largo de los 90 minutos, que fueron un constante ida y vuelta en el feudo hispalense, pero finalmente cayó del lado de los sevillistas.

Ambos equipos saltaron al campo siendo muy conscientes de la importancia de hacerse con los tres puntos, pero fue el Sevilla, aprovechando el factor campo, el que comenzó con una marcha más. El primer tiro de los hispalenses llegó en el primer minuto firmado por el Papu Gómez, un aviso suave a las manos de Grabara.

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Los primeros minutos fueron realmente agobiantes para los visitantes, que no superaban la presión del Sevilla. Sin embargo, con la llegada del cuarto de hora, el Copenhague empezó a poner en problemas a los locales.

Así, pronto llegaría la ocasión más clara del cuadro danés, un potentísimo disparo de Haraldsson que obligó a Dmitrovic a estirarse a su izquierda para evitar el gol. Este aviso fue clave, pues a partir de entonces, salvo un disparo de Suso desde dentro del área atajado por el meta rival, todas las ocasiones fueron de los visitantes. Muy cerca estuvo el tanto el Copenhague, primero en una mala salida de balón de los sevillistas que aprovechó Daramy para poner un peligroso pase de la muerte al área del Sevilla –abortado por Telles–, y después en un balón muerto también dentro del área de los hispalenses al que no llegó Lerager para rematar.

La marcha al túnel de vestuarios de los jugadores estuvo acompañada por los silbidos que arrancaron en el tramo final de la primera mitad, y continuarían en una reanudación realmente complicada para los sevillistas. Tan solo tardó cuatro minutos el combinado de Jess Thorup en estrellar en el poste una ocasión muy clara, pues Dmitrovic estaba completamente batido.

Por su parte, el Sevilla tendría su oportunidad en las botas de Isco, aunque su potente disparo desde la frontal al primer toque tras dormirla con el pecho fue desviado a córner por Grabara. En ese mismo saque de esquina se produjo la polémica, pues el balón tocó en la mano de Claesson, pero tras una revisión en el VAR, se determinó que fue un gesto involuntario provocado por un empujón de En-Nesyri.

Pese a esas dos embestidas sevillistas, el peligro pronto volvería a la meta de Dmitrovic con dos intentonas de Haraldsson, que contó con dos oportunidades finalmente frustradas por el Serbio.

En plena crisis, apenas dos minutos después de la doble ocasión rival, el Sevilla encontró el gol. Un buen esférico colgado por el Papu llegó a En-Nesyri, que remató con maestría para embocarla. El estadio celebraba incrédulo, mientras Sampaoli celebraba el acierto en el cambio, pues el marroquí entró por un desacertado Dolberg en el descanso. Aunque no fueron todo buenas noticias para el ariete, pues ocho minutos después del gol abandonaba el césped lesionado.

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El Copenhague no bajó los brazos, pues seguía creyendo en el empate en un partido que seguía siendo un intercambio de golpes, y la tuvo muy clara en el 82, con un remate de Diks, solo en el área pequeña, que se estrelló en el larguero.

La fortuna no sonreía a los visitantes, y eso fue aprovechado por los locales, que mataron el partido con un gran disparo de Isco desde la frontal que se coló por la escuadra. El Pizjuán resopló de alivio, aunque en el descuento Montiel, aprovechando un mal rechace de Grabara a tiro de Lamela, puso la guinda a un partido con un tercer gol con el que aseguró la clasificación del Sevilla a la Europa League.