El futuro de Leo Messi sigue siendo una incógnita y va a dar mucho que hablar durante toda la temporada, o al menos hasta que el argentino comunique su decisión, algo que no se espera a corto plazo. El último en pronunciarse ha sido Eduard Romeu, vicepresidente del Barça, que reconoció que su vuelta al club azulgrana es una posibilidad. 

"Messi es un activo del club y tiene las puertas abiertas", afirmó Romeu en la presentación de las cuentas del FC Barcelona.  Y sobre si su llegada supondría un problema económico, el vicepresidente de dicho área del club fue rotundo: "Sabemos hacer milagros". 

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El contrato del argentino finaliza el 30 de junio de 2023, y sobre la mesa tiene tres opciones. Por un lado, el Paris Saint-Germain desea que continúe al menos un año más; tras una primera temporada complicada, el '30' del equipo galo está cada vez más adaptado y está ya cerca de su mejor versión. Junto a Mbappé y Neymar, hace que el PSG sea aspirante a todo. La segunda vía es la del FC Barcelona, un regreso deseado por muchos. Y la tercera es un retiro dorado en la MLS estadounidense. Parece más lejana ahora mismo, pero todo dependerá de lo que suceda tanto en el Mundial de Qatar como en esta temporada. 

Fue la periodista Verónica Brunati, muy cercana al entorno del jugador argentino, la que soltó la bomba el pasado martes: afirmó con rotundidad que Messi sería jugador del Barça el 1 de julio de 2023. Un comentario que abrió todo tipo de especulaciones y que Romeu se ha encargado de alimentar. 

Quedan todavía muchos meses para que finalice la temporada y la decisión del argentino no parece que esté todavía tomada, pese a la afirmación de Brunati. Además, el posible regreso de Messi al Barcelona es de dos direcciones: no solo será Leo el que tenga que decidir, sino que también el club blaugrana tiene que valorar si desea su regreso... y si es factible económicamente.