Jonas Vingegaard y el Jumbo Visma han dado una lección en una de las etapas alpinas más importantes de esta edición del Tour de Francia. La undécima jornada de la competición ha confirmado lo que ya se veía: el danés es uno de los pocos que pueden sorprender a todo un Tadej Pogacar en una Gran Ronda que parecía escrita para él, con un ataque que ya es historia del ciclismo moderno.

La manera en la que Vingegaard ha roto la carrera en el momento crítico, a poco más de 4,5 kilómetros de la meta en el Col du Granon Serre Chevalier, ya en el ascenso, y después de pasar el temible Galibier.

Vingegaard revoluciona la general con un recital y Pogacar pierde el amarillo

Después de su actuación en la edición de 2021, a pocos les puede sorprender que Vingegaard haya elegido esta etapa para pasar al ataque. Pese a las dudas que había sobre si Pogacar iba a resistir, especialmente tras los problemas que ha tenido el UAE, no estaba del todo claro si iba a ser aquí donde le iba a atacar la armada del Jumbo, que tiene clara cuál es su apuesta en este Tour.

En un ataque que ya es historia del Tour, le ha endosado la friolera de 2'22 a todo un Pogacar. El esloveno acabó totalmente desfondado, con el maillot amarillo desabrochado y casi suplicando por llegar.

Vingegaard puede ser uno de los ciclistas más especiales de la nueva hornada. A sus 25 años, una edad relativamente alta para explotar, hace no tanto parecía que iba a ser un aficionado a la bicicleta con buenas maneras y poco más. De hecho, aún en 2017, se le veía como una de las grandes promesas del ciclismo danés... pero que aún no podía centrarse en el deporte.

Su familia era muy humilde, hasta el punto de que hasta hace apenas un año compaginaba sus entrenamientos con un trabajo a media jornada en una planta conservera de pescado. Salía a primerísima hora del día de casa y regresaba bien entrada la madrugada. 

"Sé lo que es trabajar duro y eso me ayuda en la bicicleta", le confesaba Vingegaard a 'VeloNews' en una entrevista en 2021. "Trabajaba medio día en la conservera y luego me entrenaba el resto del día. En mi tiempo tiempo libre iba a las carreras", cuenta

Queda por ver si Vingegaard es capaz de resistir hasta el final. La subida al Alpe D''Huez de este jueves está señalada en rojo, pero ya ha demostrado en su primera gran oportunidad que no va a ser fácil frenarle. Tiene el claro sueño de pescar su primer gran éxito.