Rafa Nadal anunció este jueves que renuncia a jugar las semifinales de Wimbledon por una rotura abdominal que le ha lastrado en la segunda semana del Grand Slam londinense.
El balear, muy decepcionado por haberse visto forzado a tomar esta decisión, explicó con detalle cómo se sentía y de qué manera afecta la lesión a su juego, motivos que le llevaron al adiós.
Cuestionado por el futuro, Nadal dejó entrever que la sombra de la retirada definitiva siempre sobrevuela su cabeza y es que, a sus 36 años, la lesión crónica que arrastra en el pie y los diferentes dolores que va experimentando son avisos de que el adiós está más cerca.
Sin embargo, mientras pueda, continuará, o al menos esa es su principal intención tal y como él mismo matizó en declaraciones en exclusiva a #Vamos de Movistar.
"Espero que esté parón me sirva para seguir con mi calendario normal, que de momento es Montreal", dijo, en referencia al Masters 1000 canadiense, que arranca el próximo 5 de agosto.
La pista rápida de Montreal es la antesala por excelencia del US Open, cuarto y último Grand Slam del año, que da el pistoletazo de salida el lunes 29 de agosto.
La presencia de Nadal en el grande estadounidense está, de momento, en el aire, porque, como él mismo ha contado en varias ocasiones en los últimos meses, su situación física actual con los problemas del pie izquierdo, agravada por la rotura abdominal, le impide pensar más allá de un objetivo cercano.
"Nunca se sabe", dijo con sinceridad a las cámaras del citado canal de Movistar. La recuperación que le espera ahora se extenderá entre las tres y las cuatro semanas y después llegará el tiempo de tomar decisiones.
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