Carlos Alcaraz se estrenó en Wimbledon 2022 con una trabajadísima victoria con remontada incluida ante un sorprendentemente exigente Jan Lennard Struff que, pese a ser el 158 del mundo, puso contra las cuerdas al murciano. Necesitó cinco sets 'Carlitos' para seguir vivo en Wimbledon (4-6, 7-5, 4-6, 7-6 (3), 6-4) en un duelo en el que fue de menos a más.

Llegaba al All England's Club el de El Palmar con cierta etiqueta de favorito y nueva gran sensación del tenis, aunque él mismo se encargó de dejar claro que no hacía caso de las expectativas y jugaba para su gente y para él, una muestra de fortaleza mental que quedó patente en el duelo ante el alemán: alguien con un ego menos trabajado podría haber perdido los nervios al verse fuera ante un 'desconocido', pero Alcaraz es de otro mundo.

Struff se vistió de 'Carlitos' para darle con su propia medicina en forma de voleas y juego en red, allí donde el murciano no suele fallar y falló, para ir trabajándose el camino hacia una victoria que se le escapó de las manos cuando Alcaraz mostró su mejor nivel.

Fue el alemán quien, con el primer break del partido en el set inicial, hizo saltar las alarmas y para poner en alerta a Alcaraz y su equipo: la etiqueta de favorito no juega y el rival 'desconocido' lo hacía y muy bien.

Con un saque letal favorecido por su altura -alcanza el 1.93 el tenista natural de Warstein- y un revés para enmarcar, Struff desesperó a un Carlos que, si bien fue igualmente impecable con su servicio -cerró con 31 aces el partido- flojeó allí donde no suele fallar: dejadas y voleas que suelen ser marca de la casa.

Con Struff 2-1 arriba tras apuntarse el tercer set, los peores presagios sobrevolaban la Pista 1 del All England y la sorpresa del día -con permiso de Davidovich- parecía que iba a llegar desde Alemania.

Pero Alcaraz nunca se rinde y lo demostró de nuevo. Se apuntó, con un tie break épico que resolvió por 7-3, el cuarto del partido para que todo se decidiera en un quinto y definitivo que fue igualmente una delicia para el espectador. 

Ahí llego por fin el break necesario para decantar la victoria de su lado y es que en los sets anteriores erró continuamente en sus bolas de rotura, pese a tener, en las 4:14 horas de partido, hasta 14 oportunidades de las que sólo aprovechó dos. 

Pero logró precisamente la que le abría el camino a la segunda ronda de la hierba londinense: después del break que le ponía 5-4 arriba, sabía Alcaraz que no podía fallar con su saque. Y así fue. Quizá 'Carlitos' no quiera saber nada de expectativas, pero, sin lugar a dudas, las cumple.