Lo que de verdad esconde la presunta lesión de Hamilton y sus quejas sobre el 'porpoising': Mercedes no acepta su nuevo estatus

Lewis Hamilton, tras el GP de Azerbaiyán
Lewis Hamilton, tras el GP de Azerbaiyán
LAT Images / Mercedes AMG F1
Lewis Hamilton, tras el GP de Azerbaiyán

Una de las imágenes más impactantes del domingo del GP de Azerbaiyán fue ver a Lewis Hamilton con la mano izquierda en la espalda, ligeramente inclinado y andando con una ligera dificultad. El británico dijo después que había sido uno de los Grandes Premios más dolorosos de su carrera deportiva, literalmente.

El culpable de estos problemas es el concepto de moda desde este año en la Fórmula 1: el 'porpoising'. Ese cabeceo constante que se produce a final de recta en muchos circuitos, se vio especialmente incrementado en el de Bakú por sus características: asfalto urbano (más bacheado), largas rectas y la necesidad de unas suspensiones más bajas

Caldo de cultivo perfecto para que, durante todo el fin de semana, todos los pilotos sufrieran de este rebote que ya ha generado una gran preocupación incluso desde el punto de vista médico.

Hamilton fue uno de los que más se quejó en este aspecto, aunque no fue el único en padecerlo. Tras la carrera, el heptacampeón del mundo admitía sus problemas con este incidente... ¿o se refiere a algo más?

"Probablemente la carrera más dolorosa que he vivido y la batalla más dura con el coche. Está siendo un año muy duro. Hemos tenido este rebote desde el principio y no ha mejorado. No sé qué esperar en estas próximas carreras, pero tenemos que empezar a mejorar", decía. 

Ya durante la carrera se lamentó por esto, pese a lo cual logró un más que decente cuarto puesto... por detrás de George Russell.

El nuevo compañero de Hamilton está cuajando una temporada memorable. Ocho Grandes Premios, ocho 'top 5' de los que tres han sido podios (3º en Australia, España y Azerbaiyán). El piloto recién ascendido a Mercedes supera a Hamilton en la general por 37 puntos y le está dando un repaso que se explica mal: si ambos tienen problemas con el 'porpoising', ¿por qué afecta más a todo un heptacampeón del mundo que al prometedor Russell?

Mercedes mete presión

Mercedes ha fallado estrepitosamente. Lo inesperado ha ocurrido: el W13 es un coche fallido, y han empezado el baile a paso cambiado: mientras sus rivales llevan un 'tempo' de salsa, ellos van con un rock.

Russell lo acepta con resignación. Baja la cabeza, intenta adaptarse y aunque el 'porpoising' es para los dos, mientras Hamilton no deja de quejarse, él mantiene una regularidad letal.

Este inesperado problema es difícil de gestionar para Toto Wolff. Hamilton tiene contrato hasta final de esta temporada, y ya le costó convencerle a finales de 2021 tras caer derrotado por Max Verstappen, que lidera con comodidad tras el fiasco de Ferrari en Bakú. Ahora, el máximo responsable de Mercedes se ve en la difícil situación de convencer al que ha sido su piloto estrella indiscutible de que los fallos del W13 no se reproducirán en el futuro.

Así, han decidido apostar por culpar a la FIA. Como ya les salió bien su presión política para echar a Michael Masi de dirección de carrera, ahora el objetivo es señalar el presunto peligro para la salud de los pilotos que puede tener el 'porpoising'. Para ello, explícitamente, están pidiendo que se cambie la normativa

En Mercedes quieren que la FIA modifique a mitad de temporada sus propios reglamentos técnicos, algo que requeriría la aprobación de todos los equipos, con el objetivo de que les permitan rehacer su coche para recuperar el pulso. Casualidad o no, lo piden en un momento en el que se ve que no tienen ninguna opción real de pelear por victorias o podios, ya que pese a la caída de Ferrari, siguen siendo superiores.

¿Estaba Hamilton realmente lesionado?

No es casual que Hamilton se bajase prácticamente sin poder andar y que en menos de 24 horas mandase un mensaje confirmando, como si hiciera falta, que va a estar en Canadá para el próximo Gran Premio.

"Ayer fue duro y tuve problemas para dormir, pero me he despertado positivo hoy. La espalda aún está un poco dolorida, pero nada serio, afortunadamente. He tenido sesión de acupuntura y trabajo de fisioterapia con Ángela (Cullen, su preparadora física) y estoy en camino con el equipo para el trabajo con el que mejorar. Seguiremos luchando. No hay tiempo como el presente para empujar juntos y lo haremos. Estaré allí este fin de semana, no me lo perdería por nada en el mundo", confirmó en un mensaje en instagram. El domingo no estaba tan claro.

Muchos han visto en este cambio de opinión y actitud una prueba de cargo que demuestra que realmente no estaba tan lesionado como parecía. Los que creen en la conspiración piensan que, realmente, todo forma parte de la estrategia general de presión hacia la FIA con el objetivo de cambiar la normativa.

Pero no puede ser. En Mercedes no son tan maquiavélicos para inventarse unos serios problemas médicos para ejercer influencia para que cambien la normativa... ¿no?

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