El Barça logra una gris victoria ante el Mallorca que le deja segundo

Memphis Depay en el partido entre Barça y Mallorca.
Memphis Depay en el partido entre Barça y Mallorca.
EFE
Memphis Depay en el partido entre Barça y Mallorca.

El FC Barcelona aprieta por la Champions y por la segunda plaza. Su victoria ante el Mallorca (2-1) no fue brillante, pero los goles de Depay y Busquets le bastaron a los azulgranas, pese al tanto de Antonio Raíllo, para cerrar un triunfo clave para tratar de amarrar los objetivos que le quedan en lo que resta de temporada. Aunque la mejor noticia fue el regreso de Ansu Fati más de tres meses después de su última lesión.

Comenzaron dominando los de Xavi Hernández, pero la primera gran ocasión fue bermellona. Oliván la puso para Fer Niño y el delantero, solo, mandó el balón alto cuando tenía todo a favor. Los fantasmas de las recientes derrotas ante Cádiz y Rayo aparecían en el Camp Nou.

El Barcelona jugaba a impulsos. A ratos lograba imponerse y llegar con claridad, pero su fútbol se volvía intrascendente en muchos momentos. Un gol anulado a Araujo por fuera de juego fue el aviso de lo que estaba por venir, el primero de los blaugranas. Depay le ganó la espalda a un despistado Maffeo y su remate, raso, se coló en la red del conjunto balear.

De nuevo las lesiones fueron protagonistas negativas para el Barça, pues Gerard Piqué –que regresaba este domingo– se marchó del campo lesionado. Otro disparo de Fer Niño fue otro aviso para un Barcelona que dejaba llegar con comodidad al Mallorca.

Salió más concienciado el conjunto culé tras el descanso, con el objetivo de sentenciar. Y su insistencia encontró el premio del gol en una jugada en la que Busquets recogió el balón en el área y su remate, con la zurda, se coló en la meta de Asenjo.

Buscó el tercero con ahínco un Barça que no quería sorpresas. Una buena jugada la remató Aubameyang algo desviado y el balón encontró la red en una jugada embarullada en la que Ferran remató al larguero y acabó marcando en el rechace. Sin embargo, el balón toco en Auba, que estaba en el suelo en fuera de juego: otro gol anulado.

El Camp Nou vibró con el regreso de Ansu Fati en el minuto 75, pero casi a continuación recibió un mazazo con el tanto balear. Salva Sevilla la puso perfecta en una falta lejana y Antonio Raíllo la remató para dar esperanza a los baleares.

Quedaban más de diez minutos por delante, pero el Mallorca fue incapaz de crearle peligro real al Barcelona, los tres puntos se quedaron en el Camp Nou.

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