El Real Madrid se ha alzado este sábado como campeón de LaLiga en el Santiago Bernabéu tras derrotar al Espanyol por 4-0 con doblete de Rodrygo y tantos de Marco Asensio y Karim Benzema y a falta de cuatro jornadas para que la competición nacional se despida hasta la próxima temporada.

Sobre el césped, acompañados de su afición, los jugadores han empezado la celebración del título, y en todo festejo del conjunto blanco es tradición que uno de sus futbolistas empuñe un capote con el escudo del Real Madrid estampado y realice varias 'verónicas' frente a los madridistas.

El encargado de cumplir con esta costumbre merengue, cogiendo el testigo de otras leyendas del club como Raúl González Blanco o Sergio Ramos, ha sido Nacho Fernández, que lleva al Real Madrid en las venas, pues llegó a sus filas en 2001.

Así ha sido la celebración del Real Madrid tras coronarse campeón de LaLiga con su victoria al Espanyol

Con el capote en las manos, el central se ha acercado al Fondo Norte del estadio y ha comenzado a deslizarlo de izquierda a derecha por el verde sin imaginar que estaba a punto de presenciar en primera fila un 'accidente'.

Mientras Nacho hacía sus primeras 'verónicas', sus hijos se han colado en la celebración correteando tras el capote mientras su padre iba cambiando de dirección. En uno de esos cambios, los pequeños han quedado por detrás del capote en lados opuestos del mismo, chocando el uno contra el otro sin querer ante la atenta mirada del futbolista, que los miraba con cariño.

Los pequeños han caído al suelo riéndose por el juego mientras su padre también les sonreía por lo sucedido, aunque este pequeño incidente no les ha impedido seguir jugando segundos después como si nada hubiera pasado.