El Atlético de Madrid se encontró con una inesperada derrota frente al Mallorca (1-0) en un partido donde los rojiblancos no fueron capaces de mostrarse superior a su rival. Un resultado que no permite a los de Simeone llegar con confianza antes del duelo de Champions frente al Manchester City.

La primera parte no fue nada del otro mundo. En los instantes iniciales, Llorente avisó de las intenciones rojiblancas con un tiro que se marchó muy cerca de la madera de la portería de Sergio Rico. El Atleti quiso proponer, pero el Mallorca no quiso entrar al juego, no dio oportunidad a que los delanteros rivales pudiesen cercar la portería local. Los bermellones plantaron una sólida línea defensiva en la que no pudo encontrar hueco el conjunto de Simeone.

En uno de los pocos acercamientos a las áreas, el Mallorca reclamó un penalti de Felipe sobre Dani Rodríguez, sin embargo, ni el colegiado ni el VAR vieron nada punible. Y tampoco lo pareció en las imágenes. Cuarenta y cinco minutos sin apenas peligro.

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Simeone quiso cambiar la hoja de ruta dando entrada a Cunha y Lemar por unos desaparecidos Koke y Griezmann. Pero el que pudo cambiar el resultado fue Brian Oliván con un zapatazo desde la frontal que sacó Oblak con una estirada de las suyas. Los jugadores de Javier Aguirre fueron creciendo con el paso de los minutos. Avisó Muriqi con un cabezazo que incompresiblemente no acabó en el fondo de las redes.

Y pese a la entrada de Joao Félix por un inoperante Luis Suárez, una torpe acción de Reinildo en el área rojiblanca decantaba el partido. El defensor pisaba a Maffeo y el colegiado señalaba un penalti muy protestado por el Atlético. No falló Muriqi desde los once metros para adelantar a los suyos.

El Atlético no encontraba fluidez a la hora de generar espacios en la zona de tres cuartos. No funcionaba la dupla Joao Félix-Cunha y el único que albergaba algo de clarividencia eran las internadas de Lemar. El francés tuvo en sus botas un lanzamiento de falta en la frontal que se topó con la barrera como acercamiento más importante de los suyos en la segunda parte.

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Reclamaron los jugadores del Mallorca la expulsión de Savic tras una dura falta abajo a Kubo, ya había visto una el central por protestar. Y ni mucho menos se echó atrás el conjunto balear. Raíllo tuvo el segundo tras un rechace de un libre directo, pero se topó con una buena reacción de Oblak.

Los minutos finales se fueron consumiendo sin ocasión del Atlético para poder igualar el encuentro y así se llegó al pitido final. Un resultado merecido para el Mallorca, que se mostró mejor a lo largo del partido, y que aleja a los colchoneros de la lucha por la tercera plaza.