Kyrgios, siendo Kyrgios: discute a gritos con el juez de silla, revienta la raqueta y le meten un juego de sanción

Nick Kyrgios, en el Masters de Miami
Nick Kyrgios, en el Masters de Miami
EFE
Nick Kyrgios, en el Masters de Miami

La aventura de Nick Kyrgios en el cuadro individual del Masters 1000 de Miami acabó en octavos de final, en la eliminatoria contra el italiano Jannik Sinner. El australiano perdió el encuentro (7-6 y 6-3) y los nervios.

El fin de la participación de Kyrgios en el torneo de Florida, donde estaba siendo uno de los mejores, quedó marcado por el estado de crispación que mostró. Se encaró con el público (algo que ya hace tiempo que no es noticia) y fue advertido por el juez de silla, el no menos polémico Carlos Bernardes (con el que hasta Rafa Nadal ha tenido sus más y sus menos). Lejos de tranquilizarse, Kyrgios se puso a discutir con el árbitro, le empezó a gritar y del enfado se puso a golpear la raqueta contra el suelo hasta reventarla.

Bernardes, con su habitual flema (lo que suele desquiciar aún más a los tenistas), le metió un juego de sanción por evitar una descalificación directa.

Lejos de arrepentirse, Kyrgios siguió mostrando su enfado durante todo el encuentro, donde no paró de mirar al juez de silla de manera amenazante (al final del partido le llamó "puto retrasado"). Sinner lo supo aprovechar y después de un primer juego en el que superó al australiano al desempate, se llevó el segundo de manera mucho más cómoda.

Habrá que ver si esta nueva 'ida de olla' de Kyrgios no le cuesta otro castigo. La ATP ya le ha advertido muchas veces, pero él sigue sin cambiar de actitud. Ya ha sido sancionado por su pataleta en el partido contra Nadal de Indian Wells, y no se descarta que actúen de facto para reprenderle y ver si, por fin, cambia.

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