Al igual que muchos equipos, federaciones, organizaciones y compañías de todo el mundo, los All Blacks hicieron una publicación en Twitter dedicada al Día Internacional de la Mujer. El problema fue que la Federación Neozelandesa de Rugby cometió el gravísimo error de no utilizar ninguna imagen de jugadoras de la selección femenina y, para colmo, publicar la fotografía de un jugador acusado de violencia de género.

Sevu Reece estuvo implicado en un episodio de violencia de género al golpear a su novia en 2018. El propio jugador justificó el hecho de golpear a su pareja por encontrarse en estado ebrio. Sin embargo, más tarde se demostró que Reece no sólo golpeó a su novia, sino que la arrastró por el suelo tirándola de los pelos, provocándola lesiones en la cara y todo el cuerpo.

El jugador de los All Blacks se declaró culpable ante el juez y fue condenado a pagar la irrisoria cifra de 750 dólares neozelandeses a su pareja. La escena trascendió más allá del mundo del deporte, hasta el punto de que el primer ministro de justicia, Andre Little, pidió un castigo mayor. "Los All Blacks no solamente son buenos jugadores; también son modelos por seguir. Es decisión del rugby seleccionar personas que cumplan con los modelos que pretenden los neozelandeses". 

Sin embargo, el entrenador del equipo de rugby más famoso del mundo, Steve Hansen, restó importancia a lo sucedido. "Fui policía y he visto muchas cosas. Por desgracia esto pasa mucho en nuestra sociedad", declaró.

De un modo u otro, tras las críticas recibidas por los All Blacks después de la publicación del tuit, un día después, ha llegado una disculpa pública. "No lo hicimos bien y pedimos disculpas. Toda nuestra familia del rugby está muy orgullosa de nuestra selección femenina y todas nuestras mujeres en todo lo que hacen, dentro y fuera del terrero de juego". Sin embargo, la ausencia de mención alguna a Sevu Reece sigue levantando ampollas.