El Bernabéu prepara una gran noche europea: el Real Madrid busca la remontada ante el PSG de Mbappé

Mbappé y Benzema, durante el PSG - Real Madrid
Mbappé y Benzema, durante el PSG - Real Madrid
EFE
Mbappé y Benzema, durante el PSG - Real Madrid

Las remontadas europeas son parte de la historia del Real Madrid, de su ADN. Bajo el calor de un Santiago Bernabéu preparado para vivir una noche inolvidable, el conjunto blanco buscará darle la vuelta a la eliminatoria ante el Paris Saint-Germain de Messi, Neymar... y Mbappé, el autor del único gol del partido de ida de los octavos de final en París. El galo, sueño de Florentino Pérez y de todo el madridismo año tras año, estará, salvo sorpresa, disponible tras el gran susto que dio en el entrenamiento del lunes.

"Está bien. En el momento en que recibió el golpe se vio la acción. Estuvo dolorido al principio, pero pasadas unas horas ya podía andar con normalidad y esperemos que pueda entrenar con normalidad ahora", dijo este martes Mauricio Pochettino, técnico del conjunto parisino. Y en la sesión vespertina justo después, Kylian Mbappé se ejercitó con toda normalidad, por lo que estará en el once inicial.

Cada detalle es mirado con lupa en el jugador galo. Cuando saltó al Bernabéu, no se perdió detalle del estadio, de cómo marchaban las obras. Las cámaras captaron el momento, con el jugador galo andando en solitario y recreándose en los detalles... ¿del estadio en el que jugará la próxima temporada?

Mbappé fue el gran protagonista antes del choque por su frustrado fichaje por el Real Madrid el pasado verano, con oferta oficial del club blanco de 180 millones rechazada por el jeque Nasser Al-Khelaifi. Reconoció el jugador que su intención era la de vestir de blanco, pero la realidad es que se quedó y fue la gran estrella del partido de ida disputado en el Parque de los Príncipes. Su grandiosa actuación, volviendo loco a Dani Carvajal, primero, y Lucas Vázquez, después, fue coronada con un impresionante golazo al borde del final del choque.

Cómo le recibirá el Bernabéu es una de las grandes incógnitas. La afición blanca desea verle vestido con su camiseta, pero el conjunto madridista se juega demasiado como para pensar ahora en eso y así lo recordó Luka Modric, que señaló que no se puede apoyar a un jugador rival.

Pero no solo del francés debe de preocuparse el equipo de Carlo Ancelotti. Leo Messi y Neymar, dos viejos conocidos, llegan al duelo con muchas ganas, especialmente el argentino. Nueve partidos sin marcarle al Real Madrid lleva el exazulgrana, que se vio eclipsado en la ida por Kylian Mbappé y que llegará con ganas de reivindicarse como el vigente mejor jugador del mundo (recordemos que ganó el último Balón de Oro).

"Messi es el mejor jugador del mundo, y Mbappé uno de los aspirantes a ese sitio", dijo Mauricio Pochettino. Unas palabras que confirman la jerarquía de Leo... pero que no le habrán sentado nada bien al jugador galo.

El Real Madrid llega, por su parte, pletórico de moral y con la confianza por las nubes tras su gran victoria –y mejor juego– en el partido ante la Real Sociedad. Lo hizo con un centro del campo con dos jugadores jóvenes como Fede Valverde y Eduardo Camavinga –junto a Luka Modric– que ha abierto el debate sobre si el técnico italiano no debería apostar por ambos ante la sanción de Casemiro y las dudas sobre el estado físico de Toni Kroos. El alemán se entrenó este martes al mismo ritmo que sus compañeros por primera vez desde la lesión que sufrió la semana pasada y será Ancelotti el que decida si apuesta por él o por el francés. La batalla del centro del campo se perdió en París, algo que no puede volver a pasar si los madridistas quieren tener opciones.

Marco Asensio o Rodrygo parece la otra duda del once inicial. La temporada del balear está siendo mejor y, sobre todo, más eficaz de cara al gol, pero el brasileño aporta más energía y presión, algo que le faltó al Real Madrid en la ida.

Aunque las esperanzas blancas están puestas en la pareja que forman Karim Benzema y Vinícius. El galo es el eje sobre el que gira todo el ataque del conjunto blanco y, a sus 35 años, vive su mejor momento de juego. A su fantasía habitual ha unido mucho gol, lo que le convierte en uno de los delanteros más completos del mundo, si no el que más. Y para el brasileño el partido es una revalida. En la temporada de su consagración, su partido en París –con Mbappé enfrente– fue un borrón. No le salió nada ni mostró su habitual atrevimiento. De la inspiración de ambos dependerá, en gran medida, la clasificación madridista.

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