Un gran Atlético de Madrid, especialmente en la primera parte, no pudo pasar del empate ante un Manchester United inferior pero más eficaz ante la portería. Hasta en dos ocasiones estrellaron el balón en el larguero los de Simeone, que ante su falta de fortuna se jugarán en Old Trafford su pase a los cuartos de la Champions con un marcador peor que el que merecieron (1-1).

El Cholo volvió a sus orígenes y apostó por un once rocoso, lleno de jugadores aparentemente defensivos y con velocidad y talento arriba. Con tres centrales, las bandas quedaban para Vrsaljko y Renan Lodi, muy liberado, y en el medio Kondogbia y Héctor Herrera garantizaban trabajo, con Marcos Llorente con libertad y Joao Félix y Ángel Correa como punta de lanza.

Y el plan le salió a la perfección a Simeone. Pese a que el once aparentaba ser defensivo, la realidad señaló todo lo contrario, con un equipo bien plantado arriba, presionando la salida del balón del United y atacando desde el primer minuto. Un disparo bloqueado a Giménez y un remate muy desviado de Joao Félix fueron los primeros avisos rojiblancos. Sin peligro, pero demostrando que la intención era ir a por el partido.

No tardó en adelantarse en el marcador el Atlético en una jugada tras un córner. Despejó la zaga visitante y el balón le llegó a Lodi en la banda izquierda. El brasileño sacó entonces a pasear su zurda y su gran centro, tenso y preciso, lo cabeceó Joao Félix, lanzándose en plancha para marcar. David de Gea solo pudo mirar como el balón daba al palo y se metía en su portería.

El United trató de estirarse, pero sin demasiado éxito ni tampoco peligro. Un disparo de Bruno Fernandes desviado fue el escaso bagaje de los diablos rojos. Cristiano Ronaldo, desaparecido en combate.

El partido se convirtió entonces en un recital de Lodi, que forzó una falta lateral peligrosa y soltó un chut que dio en el lateral de la red. Y con la primera parte a punto de finalizar, el brasileño se sacó otro centro perfecto que Vrsaljko, solo y a bocajarro, cabeceó en al borde del área pequeña. Sin embargo, la suerte no acompañó al croata, que vio como el balón botaba y se estrellaba en el larguero.

El descanso le vino bien al United, que poco a poco le fue comiendo el terreno al Atlético. No había llegadas claras de los de Ralf Ragnick pese a ratos de bastante dominio, pero tampoco de los rojiblancos, por lo que el técnico alemán decidió mover el banquillo. También lo hizo Simeone, que introdujo en el campo a Antoine Griezmann, que volvió mes y medio después.

Una falta en la frontal lanzada algo alta por Cristiano Ronaldo fue el preludio del tanto del empate. Robó en el medio el United, Bruno Fernandes condujo y su pase, milimétrico, lo recogió el recién incorporado Elanga para, con tranquilidad, batir en el mano a mano a Oblak con un tiro raso.

El Atlético buscó el gol en los minutos finales, y casi lo encuentra en una delicatessen de Griezmann. Su vaselina a De Gea, sin embargo, se estrelló en el larguero. Eso sí, en el descuento los rojiblancos se llevaron un susto con una perdida en la frontal que Lingard aprovechó con un potente chut. Oblak, como en los viejos tiempos, evitó un gol que hubiera sido un duro palo.