Laura Barquero se ha convertido en la protagonista española de la resaca de los Juegos Olímpicos de Invierno recientemente celebrados en Pekín, después de que haya dado positivo en unas pruebas antidopaje realizadas el pasado día 18 de febrero. La patinadora artística terminó en 11ª posición, junto con su pareja Marco Zandron, pero ahora todos los reconocimientos conseguidos en la cita se encuentran en jaque.
La ITA (Agencia Internacional de Pruebas) informó ayer del positivo en clostebol metabolito 4-chloro-3α-hydroxy-androst-4-en-17-one, una sustancia prohibida por la AMA y que fue detectada en el organismo de la joven de 20 años. Ahora, Barquero podrá pedir un contraanálisis para defender su inocencia en un caso trasladado a la división antidopaje del Tribunal de Arbitraje Deportivo.
¿Qué es el clostebol?
El clostebol es un esteroide anabolizante en la lista negra del la Agencia Mundial Antidopaje pero que también puede ser consumida de manera "inocente" al ser un corticoide que forma parte de fármacos relativamente comunes. Este está incluido en tratamientos para la osteoporosis o la anorexia, o en medicinas que favorecen la rápida cicatrización de las heridas, la cura de afecciones en la piel o. incluso para la atención ginecológica.
Así, a falta de que Barquero o su entorno se pronuncien al respecto, puede ser uno de los orígenes de su positivo, ya que, por otro lado, el clostebol incrementar la masa muscular, algo no conveniente para su deporte. Este es uno de los grandes "problemas" con esta sustancia, como destapó un estudio en 2020 después de que en el confinamiento se detectase clostebol en numerosos deportistas, sobre todo en Italia.
Los antecedentes: esquí, fútbol, atletismo...
Varios casos similares al de Barquero se han rescatado tras conocer el positivo de Barquero. Entre otros, se encuentra el del futbolista Erick Rivera el pasado mes de septiembre, que alegó utilizar una crema con clostebol para curar las heridas de un tatuaje, y tras una sanción indefinida de la FIFA, sigue esperando una resolución final.
También le ocurrió, supuestamente por accidente, al campeón paralímpico en Tokio 2020 Sherman Guity, después de dar positivo en esta sustancia antes de unos Juegos Parapanamericanos en julio de 2019. El costarricense, que alegó usar una crema para una herida en la oreja, fue inhabilitado por dos años pero llegó justo a tiempo para redimirse en la última cita olímpica del pasado verano.
En el deporte femenino, otra historia de redención es la de la noruega Theresa Johaug. La esquiadora de fondo fue sancionada en 2017 tras dar positivo y pese a defender que se contaminó por accidente con una crema labial, fue suspendida 18 meses y se perdió la cita olímpica en Pyeonchang. No obstante, en Pekín logró tres medallas de oro.
¿A qué sanción se enfrenta?
Desde el círculo de Barquero no ha habido pronunciamiento al respecto todavía, por lo que no se sabe cuál será la defensa ni las alegaciones que presente. Tampoco desde el COI han dicho nada, más allá de recoger el positivo que han dado los análisis de la madrileña.
Sin embargo, todo apunta a que Barquero explicará que la contaminación fue accidental, como informa Marca, que señala que utilizó Trofodermin, una crema para cicatrizar una herida que se hizo con la cuchilla del patín antes del programa corto.
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