Rafa Nadal ha vuelto a aparecer ante las cámaras en la previa de su debut en Acapulco, donde se estrenará en busca de un cuarto título en la madrugada de este miércoles contra Denis Kudla, después de la baja de última hora de Reilly Opelka. El flamante campeón del Open de Australia no juega desde el primer Grand Slam de la temporada y querrá seguir con la dinámica ganadora que lleva este año.
El español dejó una masterclass de tenis y de persistencia en su final contra Daniil Medvedev, levantando una desventaja de dos sets y varias bolas de partido en contra. Sin embargo, en una entrevista para la ATP ha querido dedicarle el elogio más grande al tenista ruso, al que considera que será quien desbanque al 'big-3' que forma con Federer y Djokovic.
"Daniil es un jugador muy sólido, con una carrera increíble y de alguna manera creo que merece estar peleando por el número 1 sin duda", destacó. "Es obvio que tarde o temprano sucederá, Novak tiene 35, yo tengo 36, Roger tiene 40... el reloj no se detiene", recuerda.
"Es el círculo de la vida y es normal que la generación joven venga y suba en el ranking más alto que nosotros, porque no podemos permitirnos el calendario al 100% y porque son muy buenos", añadió Nadal.
La Next-Gen sigue siendo Murray
Ese relevo generacional, pese a que lleva varios años hablándose, está cada vez más cerca pero está costando concretarse. De los Thiem (28 años), Medvedev (26 años), Tsitsipas (23 años) y Zverev (24 años), los cuatro líderes de la nueva camada de tenistas, solo los dos primeros han logrado ganar un Grand Slam y solo en una ocasión, y sin ningún número 1.
No obstante, parece inevitable que más pronto que tarde Medvedev escale a la primera plaza del ranking y rompa así la hegemonía de los tres mejores de la historia por primera vez desde que lo hiciera Murray en 2016. Excluyendo al británico de la cuenta, hay que remontarse hasta 2003 para ver un líder del ranking que no sea ni Nadal, ni Federer, ni Djokovic, cuando Andy Roddick se hizo con el uno.
El ruso tuvo en su mano pasar a la cabeza de la clasificación en Australia pero tenía que ganar el torneo para hacerlo. Ahora, inmerso en el torneo de Acapulco, tendrá que igualar el papel que haga Djokovic en Dubái para colocarse como nuevo número 1 del mundo y cumplir la profecía de Nadal.
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