Un gol de Luuk de Jong en el último minuto del descuento evitó la derrota del Barça en el derbi catalán y dejó al Espanyol con la miel en los labios (2-2). Un reparto de puntos que deja a ambos insatisfechos, los pericos porque ya se veían ganadores y los azulgranas porque ven frenar así su progresión en la clasificación.

Apenas algo más de un minuto tardó el equipo blaugrana en adelantarse en el marcador gracias a su mejor arma ofensiva en esta temporada: los centros de Jordi Alba. Adama desequilibró por la derecha, el balón le llegó al lateral y su preciso centro no tuvo más que empujarlo a la red, casi a bocajarro, Pedri para adelantar a los culés.

El Espanyol tardó en reaccionar al duro golpe recibido, y solamente un disparo desviado de Raúl de Tomás inquietó la meta visitante. Mientras, Adama era una pesadilla con sus incursiones por la banda derecha. En una de ellas, le ganó la espalda a la defensa perica y su disparo se fue no muy lejos del palo defendido por Diego López.

El extremo fue una auténtica pesadilla, un martillo pilón en la banda defendida por Pedrosa. Un centro suyo lo remató Ferran de cabeza, pero el valenciano no encontró la portería. Y poco después, otro internada la tocó Pedri y no encontró rematador final en el área pequeña local.

Había perdonado el Barça y lo pagó. Puado avisó con un chut demasiado flojo nada más internarse en el área y en otro disparo llegó el gol. Darder recibió en la medialuna y su lanzamiento, con mucha rosca, superó la estirada de Ter Stegen.

El Barça salió a por todas tras el descanso, con una presión asfixiante que no dejó a los pericos salir de su campo. El premio le llegó en un gol de Gavi, que aprovechó una indecisión entre Aleix Vidal y Sergi Gómez para llevarse el balón y marcar.El tanto, sin embargo, fue anulado por fuera de juego previo de Frenkie de Jong. La jugada, cómo no, la había iniciado Adama Traoré desde la banda derecha.

Estaba acorralado el Espanyol, pero de nuevo encontró a Darder... y la ayuda rival. Un gran pase del centrocampista se lo comió Eric García –primero dio un paso atrás que habilitó a De Tomás y después no llegó a despejar– y el balón lo recogió RDT. El delantero, con todo el tiempo del mundo y totalmente solo en el área, se detuvo, observó a Ter Stegen y fusiló al alemán.

El gol dejó muy tocado al Barça, cuyo dominio ya no se tradujo en llegadas. Xavi incluso recurrió a Dembélé, en su primer partido después de no salir en el mercado invernal, pero el gran revulsivo blaugrana fue de Luuk de Jong, el recurso de emergencia cuando no hay ideas. El neerlandés perdonó en su primer remate de cabeza, pero no en el segundo, en el último minuto del descuento y a pase de, cómo no, Adama. Fue con ambos equipos con diez, pues Gerard Piqué y Nico Melamed acabaron expulsados en un absurdo pique al final del encuentro.