Las vacaciones de Fernando Alonso, oficialmente, han acabado. El piloto asturiano ya está a disposición de Alpine para el trabajo de preparación de la pretemporada 2022 de Fórmula 1, que arrancará el 23 de febrero con los test de Barcelona, después de completar un último trámite.
Según informó Carlos Miquel, de COPE, Alonso visitó el hospital de Berna (Suiza) para que le quitaran los puntos después de dos semanas de reposo obligado tras la operación para retirarle las placas de titanio que tenía en la mandíbula. El español disputó toda la campaña 2021 con ellas después del accidente de bici que malogró o, al menos, retrasó su preparación para su regreso a la Fórmula 1.
La noticia de hoy en Alpine es el alta médica de @alo_oficial. Primero le retiraron las placas del maxilar superior la primera semana de enero, quince días de reposo y hoy ha acudido al hospital de Berna a que le retiraran los puntos. Comienza ya su preparación física de 2022. pic.twitter.com/vLgqHwtdnI
— carlos miquel (@carlosmiquelf1) January 25, 2022
Alonso tenía muy claro su calendario médico ya desde hacía meses. Antes incluso de acabar la temporada 2021, que tuvo su punto álgido en el podio de Catar, tenía muy presente que el poco más de un mes de vacaciones que tendría iba a ser el momento perfecto para volver al médico para que le retiraran las placas con las que se acabó de arreglar los huesos maxilares que se había afectado en esa caída de bicicleta que sufrió en febrero en Lugano.
Llegar a la pretemporada 2022 en plenitud era obligado. Los nuevos coches serán, previsiblemente, algo más duros físicamente de conducir, al volver el efecto suelo (no a los niveles de antaño, no obstante) y reducirse el apoyo aerodinámico, por lo que tendrá que volver a apretar en sus entrenamientos físicos. El plan de trabajo es claro: ganar músculo, recuperar su viejo 'cuello - toro' y, además, intentar que la flexibilidad no se le resienta. Cada vez tendrá que trabajar más duro para que los 40 años no se le noten.
El primer rival que tendrá para medirse es Esteban Ocon. El francés y el asturiano se parecen físicamente más bien poco. Empezando por la altura: el galo es el piloto más alto de la parrilla con 1,86. La adaptabilidad al coche debe compensar la diferencia entre ambos y no perder competitividad por ello.
Alonso debe, por tanto, intentar que por su lado la estatura (mide 1,71, 15 centímetros menos) se convierta en una de sus grandes ventajas: mientras que su joven compañero no podrá ponerse todo lo fuerte que podría por el exceso de peso que puede conllevar, el español sí puede hacerlo. Y puede ser un elemento clave en una campaña que, a priori, debería ser mucho más igualada.
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