Ansu Fati está viviendo, según sus propias palabras, "la peor parte del fútbol". Su último año de pesadilla parecía haber pasado a la historia, pero volvió a caer lesionado en la agónica derrota de su equipo ante el Athletic de Bilbao en Copa y vuelve a engrosar la lista de bajas del Barcelona.

Ansu Fati se asoma al quirófano de nuevo: el último parte médico del Barcelona no es nada optimista

El último parte médico al que se sometió ya dejaba entrever que no va a ser una situación fácil de resolver. A sus 19 años, Fati ya ha vivido una lesión muy grave que le hizo pensar incluso en la retirada. La rotura del menisco interno de la rodilla izquierda que se produjo en noviembre de 2020 le dejó prácticamente 300 días fuera de los terrenos de juego, previo paso por un quirófano cuya recuperación no fue tan rápida como esperaba.

Poco a poco estaba recuperando sensaciones y confianza, sin forzar pero sin frenar... hasta ese pinchazo que notó en la prórroga del duelo copero. La "lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo" le hará estar un mes de baja, como poco, pero puede ser más. En función de lo que decida.

El dilema del quirófano

A Ansu Fati le quedó un trauma serio en su grave lesión. De ser el futbolista más prometedor de la cantera culé, a incluso arriesgarse a no poder volver a jugar al fútbol. El dolor físico y mental que padeció solo lo conoce él.

Por eso se muestra muy reacio ante la posibilidad de tener que volver a operarse y eso es un problema para el Barcelona. Los doctores del club blaugrana, con el recién recuperado doctor Ricard Pruna (petición 'sine qua non' de Xavi en su proyecto) a la cabeza, le recomiendan hacerlo. Mejor ahora una baja más larga ahora, opinan, y una recuperación presumiblemente más afianzada que no una dolencia que pueda convertirse en un problema recurrente que lastre su rendimiento a medio y largo plazo.

El argumento de mayor peso que emplean desde el club es que esta lesión que se ha producido ahora no es nueva. En noviembre ya la sufrió ante el Celta de Vigo y se quedó dos meses fuera, en un momento crítico de la temporada y con una necesidad imperante de su presencia a las órdenes de Xavi.

La situación deportiva y social del Barcelona no ayuda. Ansu Fati ya fue objeto de serio debate cuando le tocó renovar, si bien él eligió quedarse en lugar de aceptar las ofertas de otros clubes (como el Manchester City) de mucho mayor calado económico. No obstante, y pese al cariño mutuo que se tienen, ni el club ni el jugador se sienten cómodos recibiendo presiones.

Todo esto a poco menos de un mes del regreso de la competición continental, que no será la Champions sino la Europa League. El Barça quiere contar con Ansu Fati para el único trofeo que tienen, siendo realistas, como opción más clara de no irse de vacío esta temporada.