Alex Hawke, ministro de Inmigración de Australia, ha anunciado la cancelación del visado de Novak Djokovic de manera inmediata. El político ha usado la sección 133 de la Ley de Migración para tomar el primer paso para deportarle, pese a que el juez había dictado en contra.

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"Hoy ejercí mi poder para cancelar la visa del Sr. Novak Djokovic por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo. Esta decisión siguió las órdenes del Tribunal Federal de Circuito y Familia el 10 de enero de 2022, anulando una decisión de cancelación anterior por motivos de equidad procesal. Al tomar esta decisión, consideré cuidadosamente la información que me proporcionó el Departamento del Interior, la Fuerza Fronteriza de Australia y el señor Djokovic. El gobierno de (Scott) Morrison está firmemente comprometido con la protección de las fronteras de Australia, particularmente en relación con la pandemia de COVID-19. Agradezco a los oficiales del Departamento del Interior y la Fuerza Fronteriza Australiana que trabajan todos los días para servir los intereses de Australia en entornos operativos cada vez más desafiantes", ha anunciado en un comunicado.

Apelación contrarreloj

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¿Significa esto que Djokovic tendrá que irse ya? No necesariamente. El serbio y su equipo legal apelarán ante un tribunal federal para evitar su deportación inmediata. En caso de negarse, será detenido de nuevo.

Los tiempos procesales obligan a que esta decisión se tome rápido: el Open de Australia arranca el lunes y Djokovic debería empezar la defensa del título contra su compatriota Miomir Kecmanovic. En función de cuándo se anuncie el orden de juego, se sabrá si 'Nole' podrá estar o no. 

En caso de que la apelación siga adelante, se deberá decidir si puede jugar el torneo o no. En teoría, debería primar la decisión inicial del juez Kelly por la que Djokovic obtuvo el permiso para quedarse, dado que de facto se aplicaría una cautelar sobre la orden del ministro Hawke.