
No hay día que no haya algún incidente en el Dakar. Bien sea un pinchazo, un amortiguador que se rompe, un extravío de la ruta correcta o, por supuesto, un accidente. Lo habitual es que los choques sean individuales, es decir, que un coche, moto, quad, camión o vehículo ligero vuelque, se estrelle contra una roca, trompée, etc. Lo que es mucho más raro es que involucre a más de un competidor.
Por eso, el accidente que tuvieron Marco Carrara y Sergei Kariakin este fin de semana en el Dakar es uno de los más extraños posibles. No sólo porque se chocaron entre sí, sino porque fue un impacto frontal. En medio de la inmensidad del desierto saudí, especialmente al norte, el piloto de prototipos T3 y el de 'side-by-side' T4 acabaron con sus coches empotrados literalmente uno sobre el otro. ¿Por qué y cómo no se vieron? Misterio.
El estado en el que quedaron ambos vehículos (que son una mecla entre coches y buggies, para que el gran público lo entienda) hablan por sí mismos. Pero sobre todo el enfado con el que ambos pilotos reaccionaron. Kariakin es que le recrimina con palabras muy claras: "Buen trabajo, señor, nos ha arruinado la carrera. ¡Maldito idiota!".
#Dakar2022 Cuando el desierto se te queda pequeño pic.twitter.com/f0vjJ6FjZT
— Sergio Martínez (@123pnz) January 9, 2022
Tanto los tripulantes como cada uno de los coches fueron evacuados en helicóptero, sin mayores problemas más allá del enfado mutuo.
Todo apunta a que las condiciones externas a los coches fueron las que propiciaron tan surrealista choque. El polvo que levantan otros competidores, las dificultades para pasar por los puntos de control o, simplemente, algún despiste pueden estar detrás de semejante incidente.
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