El Dakar no es una prueba apta para todos. En cualquier momento un mal bache, un error de cálculo en una duna o un despiste puede dar al traste con las opciones de triunfo o, al menos, de acabar la jornada. Y eso es lo que le pasó al lituano Benediktas Vanagas este miércoles.

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En la etapa más larga de esta edición del raid, el piloto del Toyota Gazoo Racing Baltics (un filial del oficial que llevan Nasser Al-Attiyah y compañía) dio con sus huesos en el suelo arenoso entre Al Qaisumha y Riyadh. Ocurrió en la zona rápida de las dunas, cuando en un mal salto la suspensión de su Hilux hizo tope y le hizo salir por 'orejas', dando varias vueltas de campana en el aire antes de aterrizar.

En primera fila lo vio el piloto del helicóptero de la organización, que iba justo encima en ese momento y lo inmortalizó.

El exceso de velocidad en ese punto es, con total probabilidad, el causante del accidente. Vanagas, que debutó en el Dakar en 2014, vio cómo su coche quedaba totalmente destrozado, especialmente en la parte delantera donde se partieron los palieres de la suspensión y prácticamente todo el eje delantero.

Su participación en el Dakar 2021 acabó aquí.

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