Fernando Alonso ya tiene en su museo la joya que le faltaba... y no tiene nada que ver con la Fórmula 1

Fernando Alonso
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EFE
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Quien visite Asturias y, en concreto, la zona de la Llanera, tiene una visita obligada que hacer: el Museo y Circuito de Fernando Alonso. El recinto no es sólo una escuela de conducción de karting donde se están fraguando (o eso pretende) las joyas del automovilismo del futuro, donde ya hay jovencísimos pilotos de muchos países, sino que además también cuenta con una exposición permanente que repasa la trayectoria del piloto más importante de la historia del automovilismo español junto a Carlos Sainz Cenamor.

Precisamente gracias al legendario 'Matador', Alonso hizo una primera incursión (que repetirá, según prometió) en una de las disciplinas más extremas dentro del deporte de las cuatro ruedas: el rally Dakar. El bicampeón del mundo de F1 cambió los circuitos por las dunas de los desiertos de Arabia Saudí para disputar el raid más duro del mundo en su edición de 2020, algo que le obligó a adaptarse a un tipo de coche que nunca había pilotado en competición.

Ese coche fue un Toyota Hilux Dakar V8 que llevó con Marc Coma a su lado como copiloto, y ese mismo modelo ya está en el Museo. Es la última incorporación que hizo el asturiano, que está pasando unos días de vacaciones navideñas en el hogar familiar antes de reemprender la preparación para la temporada 2022.

Fernando Alonso ya tiene en su museo todos los Fórmula 1 que ha pilotado, excepto el último Alpine, además de un Toyota TS050 con el que conquistó las 24 horas de Le Mans, el Cadillac V10 del equipo Wayne Taylor Racing con el que disputó las 24 horas de Daytona, amén de objetos únicos como una infinidad de cascos de otros pilotos que ha ido intercambiando a lo largo de su carrera, tanto de F1 como de otras disciplinas.

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