La participación de Fernando Alonso en el fin de semana del GP de Estados Unidos no pudo empezar peor. El asturiano no pudo disputar la primera sesión completa y acabó contra el muro la segunda, con malas sensaciones generales.

El día empezó con un problema que luego fue menos serio de lo que parecía. Nada más salir en la sesión matutina se vio obligado a dejar su monoplaza aparcado en la primera escapatoria del circuito de Austin, advertido desde el muro de que algo no iba bien. 

El sonido del coche y las sensaciones del piloto anticipaban una rotura o una avería razonablemente compleja.

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El A521 de Alonso se quedó parado pero soltando fluidos por la parte baja, lo que invita a pensar en un fallo hidráulico que hizo saltar los sensores. Las primeras pesquisas apuntaban a que este problema no supondría una mayor dificultad para los mecánicos, si bien ya se vieron obligados a desmontar la tapa motor para comprobar dónde está esa fuga.

En caso de que este problema haya dañado el motor, se verían obligados a montar uno nuevo y, con ello, penalizar. Alpine ya se planteó hacerlo en Turquía, como hizo Ferrari con Carlos Sainz, por lo que si no es aquí lo tendrán que hacer eventualmente en próximas carreras.

Sin embargo, no llegó la 'sangre' al río. Después de comprobar que la avería era menor y que la fuga se pudo cortar, Alonso se montó en el Alpine de nuevo para regresar a pista cuando faltaba poco menos de 20 minutos para el final de la sesión.

Una vez solventado este problema, salió a la segunda sesión con relativa normalidad, si bien no se sintió cómodo en ningún momento. El exceso de sobreviraje hizo que se pasase los límites de pista varias veces, con lo que le eliminaron varios tiempos, y justo al final los sobrepasó demasiado.

Restaban 3 minutos para el banderazo final cuando perdió el control de su Alpine en una frenada, cometió un trompo y se fue directo contra las protecciones de espaldas. Aunque no fue un golpe fuerte, sí dejó claro que no se sentía cómodo con el balance del coche y que tanto él como su compañero Esteban Ocon (que acabó 11º, dos posiciones por delante) aún tienen que mejorar este sábado.