Cuatro campeonatos y dos subcampeonatos de Europa en atletismo, una medalla de oro y tres de plata en Mundiales, tres bronces continentales y tres participaciones en Juegos Olímpicos. Todos estos reconocimientos son los que marcaron la carrera deportiva de Marta Domínguez, exatleta palentina que copó numerosas portadas a principios de siglo por sus constantes éxitos sobre el tartán.

Entrevista | Azara García: "Ya no sé qué tenemos qué hacer para que nos traten igual que a los hombres"

Sin embargo, el cambio de década a los 2010 también supuso un cambio de vida para ella que no se esperaría. Fue concretamente a finales de ese año, concretamente en diciembre, cuando fue detenida como parte de la investigación contra el dopaje de la llamada Operación Galgo, junto con su entrenador y el médico Eufemiano Fuentes. 

Esta primera acusación, pese a luego ser retirada junto a las de suministrar recetas sin permiso y delito fiscal, ya comenzó a dejar una mancha en el expediente de Domínguez. Poco le duró esa "tranquilidad" ya que en 2013 la Federación Internacional de Atletismo volvía a investigar el dopaje de la deportista por "irregularidades en su pasaporte biólógico", algo que dos años después el TAS confirmaría.

Fue en noviembre de 2015 cuando el Tribunal de Arbitraje Deportivo la sanciónó con tres años de suspensión y le arrebató dos de las medallas más importantes que logró en su carrera deportiva: el oro en el Mundial de Berlín 2009 y la plata en el Europeo de Barcelona 2010.

Con una carrera política con el PP entre medias, Marta lleva ya varios años alejada de la vida pública y no ha sido hasta estas últimas semanas cuando se ha vuelto a saber de ella. Lejos del deporte después de que dejase su trabajo como monitora en un gimnasio, pero aún ligada a la seguridad después de su oposición a Policía, la exatleta trabaja como guardia en la Estación de Palencia, según ha informado Esdiario.