La lacrimógena vuelta de Rafa Guerrero a La Romareda en el 25 aniversario del inexistente 'Rafa, no me jodas'

Iturralde González, en el centro, aparta a Rafa Guerrero (derecha) de los jugadores del Barça (Guido Manuilo/EFE).
Iturralde González, en el centro, aparta a los jugadores del Barça de Rafa Guerrero
(Guido Manuilo/EFE).
Iturralde González, en el centro, aparta a Rafa Guerrero (derecha) de los jugadores del Barça (Guido Manuilo/EFE).

Un 29 de septiembre de 1996, el Zaragoza recibía al FC Barcelona en La Romareda, en un partido que tuvo un indudable protagonista: Rafa Guerrero. El nombre del que fuera linier con Mejuto González quedó para la posteridad por expulsar al zaragocista Xavi Aguado, por una acción muy polémica que ni siquiera cometió él.

Tras una patada de Couto, jugador azulgrana, a Aguado, Solana le golpea en la cabeza, gesto que Guerrero ve desde la banda y por el que pide (el ya famoso) "penalti y expulsión" a Mejuto. Unas imágenes que se han convertido en historia del fútbol español y que en su 25 aniversario ha querido recordar el gran protagonista de aquella noche, precisamente desde La Romareda.

El exlinier quiso dejar claro que en todo momento él señaló lo que estaba seguro de haber visto y que solo se dio cuenta de su error cuando vio la reacción de Aguado. Tanto Guerrero como los dos exfutbolistas del Zaragoza rememoraron aquel día en un vídeo de El Chiringuito. 

"Observo que Aguado le da un manotazo a Couto y cae. Eso es lo que yo veo desde aquí. Levanté la bandera y requerí su atención (de Mejuto González), simplemente se acercó a mi y dijo '¿qué pasó?'", comenzó recordando la conversación entre ambos, que ya ha pasado a los anales del fútbol español. "Nunca se dijo 'Rafa, no me jodas'", apuntó el ahora colaborador de El Chiringuito.

Los exfutbolistas también quisieron rememorar cómo vivieron lo ocurrido. "Al fin y al cabo ves que no has sido tú y me tiré al suelo de la impotencia (tras la expulsión", recuerda Aguado, mientras que Solana recordó que "hasta que no se tomó la decisión definitiva, no podía dar la cara".

Finalmente, Guerrero manda un sentido mensaje de disculpas a la afición zaragocista. "Marcó un antes y un después en mi vida, no solo en el fútbol. Han pasado 25 años pero creo que nunca es tarde: quiero pedir disculpas. La afición del Zaragoza y el Zaragoza son mucho más grandes que todo esto, que un error de un linier", aseguró emocionado.

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