Este pasado domingo ocurrió algo que la mayoría de los aficionados al fútbol jamás pensaron que podría llegar a pasar: ver a Messi con una camiseta que no  fuera la del FC Barcelona y un número en la espalda que no fuera el ´10´. Por primera vez, el Stade Auguste-Delaune fue testigo del debut del astro argentino con la camiseta del PSG.

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A pesar de que Mbappé fue el jugador más decisivo en el encuentro con sus dos goles, nadie podía quitarle protagonismo a Messi. En el minuto 65, Pochettino decidió dar descanso a Neymar para que el argentino ingresara al campo ovacionado para disputar la última media hora de encuentro.

Messi no realizó el mejor partido de su carrera, con una evidente falta de ritmo y muchas veces ´descolocado´ en el esquema táctico del PSG y no pudo firmar el gol en una noche que será histórica en el mundo del fútbol.

Una vez que el árbitro señaló el final del partido se produjo una imagen que se ha hecho viral en las últimas horas. Mientras Messi abandonaba el césped charlando con Keylor Navas, el guardameta del Reims, Rajkovic, frenó al rosarino para pedirle una fotografía con su hijo. Messi aceptó la instantánea y cargó al pequeño en brazos mientras sonreía. 

En cuanto a la camiseta de su debut, el holandés Van Bergen, entre otros jugadores abordó a Messi para solicitarle el cambio de equipaciones, pero el rosarino no aceptó, esta era especial y debía guardársela en su colección personal.

Nadie se quiso perder esta oportunidad única en la vida. Una vez que Leo encaraba la entrada a los vestuarios saludó a Thierry Henry, invitado de lujo para su debut, y antes de abandonar definitivamente el terreno de juego, Messi se detuvo ante unos aficionados del Reims para firmarles una pancarta.