Vuelve LaLiga y vuelve la ilusión... aunque no del todo en el FC Barcelona. La salida de Messi y la situación por la que está pasando el club azulgrana ha dejado fríos a los socios del club y una clara muestra de ello es el poco reclamo que está teniendo el debut liguero contra la Real Sociedad. En la que será la vuelta de los aficionados a las gradas en LaLiga, tan solo 15.280 entradas han sido solicitadas por los abonados.

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Un dato inquietante, ya que supone solo el 60% del total que estos tenían disponibles para apoyar al equipo cuando más cuesta, en las horas más bajas, en el primer partido oficial desde que se esfumó el sueño de renovar a Messi. En la semana más dura de los últimos años para el Barça, una gran parte de los socios le da la espalda al club.

El Camp Nou abrirá sus puertas para un partido por primera vez desde el pasado 7 de marzo de 2020, pocos días antes de que se decretase el confinamiento, cuando el Barça se enfrentó, precisamente, a la Real Sociedad. Lo hará con solo un 30% de su capacidad, con un aforo total de 29.803 butacas habilitadas, lo que haría pensar que habría una enorme demanda entre la gran masa de aficionados que tiene el club. 

Nada más lejos de la realidad, puesto que únicamente 15.280 abonados han reclamado su sitio. 25.333 localidades fueron habilitadas al público (85% del aforo) mientras que el club se reservó el 15% restante para compromisos.

La marcha de Messi a un equipo tan enemistado como el París Saint-Germain, la imposibilidad de inscribir a los fichajes, las lesiones de futbolistas ilusionantes como Ansu Fati o Dembélé y el sentimiento de decepción con Laporta tras sus promesas han hecho mella en la afición culé. 

Faltará por ver si el 'efecto agosto' también ha tenido algo que ver en este bajón en la asistencia -relativa- al Camp Nou o si es síntoma de un problema mayor y de un verdadero desencanto por parte de la afición.