La polémica rodeó a Christine Mboma hasta el final de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. La velocista de Namibia tiene hiperadrongenismo, es decir, su cuerpo tiene más hormonas producidas por testosterona de lo habitual, y su actuación ha sido mirada con lupa en todo momento. A pesar de esa ventaja sobre sus rivales, la atleta ha quedado segunda en la final de los 200 metros, por detrás de una Elaine Thomas que se ha llevado el oro.

Elaine Thompson, la reina de la velocidad que emula a Usain Bolt: otro doblete en el 100 y el 200 en Tokio 2020

Muchas de sus rivales consideran que Mboma tiene demasiada ventaja, tal y como lo demuestran marcas como los 21.97 que firmó en semifinales con sólo 18 años. Esto ha llevado a que su nombre esté en boca de no pocos velocistas

Quien más duro ha cargado contra la joven ha sido el exatleta Marcin Urbas, que no ha tenido piedad con ella. “Me gustaría pedir una prueba a Mboma a fondo para que estemos seguros de que es una mujer", comentó el polaco.

Urbas es una de las voces que más fuerte han hablo de injusticia a la hora de permitir a Mboma competir, debido a sus niveles de testosterona. “La ventaja de testosterona de Mboma sobre otras participantes se ve a simple vista. En construcción, modo de movimiento, técnica trágica, pero, al mismo tiempo, aplasta en velocidad y resistencia”, explica, al tiempo que compara sus marcas con 18 años a las de la namibia. “A esa edad yo firmé un 22.01. Ella hizo 21.97 en Tokio”.