Saúl Craviotto fue, junto a Mireia Belmonte, uno de los dos abanderados españoles en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. El piragüista llegó a Tokio este mismo viernes después de un largo y curioso viaje, pasando por varias ciudades distintas de Japón, que él mismo ha querido compartir en sus redes sociales con sus seguidores.
Kyotango fue su punto de partida, para después hacer escala en Osaka y finalmente llegar a la capital nipona. Sin embargo, su trayecto ha estado plagado de anécdotas que ha ido mostrando en vídeos.
Comenzando por su aterrizaje en Osaka, donde ocho personas se encontraban en el aeropuerto esperando al abanderado para acompañarle a la siguiente puerta de embarque, la del avión que finalmente le lleve a Tokio. Craviotto también bromeó con la "zona VIP" que le adjudicaron para esperar: dos metros cuadrados con unos bancos rodeados por una cinta que el piragüista no puede sobrepasar para evitar un contagio.
El tema sanitario ha provocado muchas tensiones en Tokio con la llegada de los Juegos, como se vio durante la ceremonia de apertura, donde fuera del estadio un grupo de personas se juntó para protestar en contra de la celebración de los JJ OO.
Por eso mismo, las medidas de seguridad en este asunto son muy estrictas, como ha podido comprobar Craviotto. El abanderado también fue al baño acompañado por unos miembros de la comitiva que le recibió y que estuvo acompañándole hasta que pusiese rumbo a Tokio.
Horas más tarde y ya en el hotel, el piragüista quiso confirmar que las camas donde dormirán él y todos los deportistas de la villa olímpica están hechas de cartón. Una medida implantada por la organización para evitar que los competidores tengan relaciones sexuales, de nuevo para prevenir la propagación del coronavirus.
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