Jornet, Txikon, Oiarzabal... decenas de españoles, atrapados en el Himalaya por la covid: "No sabemos qué será de nosotros"

Sebastián Álvaro
Sebastián Álvaro
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Sebastián Álvaro
Alpinistas varados en Nepal.
EFE

La situación de la pandemia del coronavirus en Nepal es cada vez más grave. En apenas un mes, la media de contagios semanales ha pasado de estar rondando los 300 nuevos casos a superar los 9.300 positivos este pasado martes, más del doble del máximo alcanzado hasta esta última ola causada por la cepa india. Las autoridades suspendieron los vuelos internacionales a principio de mes hasta el día 14, pero en los últimos días, esta restricción se ha prolongado hasta finales de mayo, provocando un auténtico caos.

Entre los afectados se encuentran hasta 50 alpinistas españoles que buscan salir de la capital del montañismo mundial, donde la situación sanitaria solo empeora, antes de que el fin de los permisos de ascenso provoque un atasco mayor en el país. Sebastián Álvaro o Alex Txikon son algunos de los afectados que ya están intentando encontrar una solución.

Álvaro, el que fuera presentador del programa 'Al filo de lo imposible', se encuentra en Katmandú tras haber interrumpido su trekking entre los montes Everest, Cho Oyu, Lohtse y Makalu, en vista de la situación del virus. "Nosotros somos 28 personas, pero habrá como mínimo 50 españoles atrapados en una ciudad completamente cerrada y no sabemos qué va a ser de nosotros", explica en declaraciones para SportYou-20minutos.

En estos momentos se encuentran a la espera de una solución por parte de los servicios consulares para poder salir del país y regresar a España. Sin embargo, las opciones más factibles pasan ahora por la salida a través de un vuelo chárter a Dubai o Estambul y de ahí volver a la Península, según Álvaro. "La situación pinta mal. Katmamdú está disparada de Covid y las asistencias sanitarias son muy precarias", añade.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha roto su silencio al respecto, a través de una publicación en redes sociales dirigida a todos los ciudadanos españoles en Nepal. "Estamos trabajando con las autoridades nepalíes e indias para ayudaros a volver a casa. Animo, paciencia", escribió en Twitter.

Uno de los mayores temores que advierte Álvaro es el de la bajada de varias decenas de personas de las montañas en los próximos días. La llegada de todos ellos, en una situación de bloqueo similar, puede provocar un peligroso atasco para la repatriación de los afectados.

Los más previsores, como Álvaro o el mencionado Alex Txikon, han ido poniendo fin a sus expediciones en los últimos días. El alpinista vasco anunciaba la decisión en sus redes sociales, en vista de la rápida propagación de la cepa india en el campo base del Everest. "Damos por concluida la expedición por responsabilidad a la vista del avance de la pandemia", tras "comprobar que la situación sanitaria a lo largo de toda la montaña se complica", escribió en su perfil, en su expedición con Sendoa Elejalde e Iñaki Makazaga.

En cambio, Kilian Jornet, que acaba de terminar su fase de aclimatación al Everest, prevé quedarse para intentar su ascensión al Everest por la arista oeste y completar la exigente travesía hasta el Lhotse. Por su parte, Carlos Soria se encuentra todavía decidiendo qué hacer con su intento de hacer cima en el Dhaulagiri, donde la situación tampoco es favorable.

Los 'turistas' del Everest, en el punto de mira

Una de las claves principales para poder entender lo que está ocurriendo en la cima del mundo es la influencia de las ascensiones comerciales. El Himalaya se está convirtiendo en una atracción turística que cada vez alberga a más aficionados que colman los campos base y favorecen a la propagación del virus.

A través de ascensiones en helicóptero ('helidoping') y ayudados de cuerdas guía y bombonas de oxígeno, más de doscientas personas han hecho cima en el Everest en lo que va de semana. Una práctica que indigna al mundo del alpinismo y que ahora está complicando su desarrollo normal.

"Lo que espero es que haya un rechazo planetario y que el Gobierno de Nepal haga que en sus parques nacionales se culpa la normativa. Que impidan que se deje basura y que puedan asentarse durante dos meses en un glaciar más de 2.000 personas", pide Sebastián Álvaro. Precisamente, estas medidas son las que han favorecido que la pandemia haya podido llegar a los más de 5.000 metros de altura en los que se encuentra el campo base del Everest.

"Que te suban con un helicóptero al campo 3, con las botellas de oxígeno, cuerdas, sherpas... Es una payasada que no tiene nada que ver con el alpinismo. Es otro problema añadido al Covid", denuncia Álvaro. "Como amante de las montañas veo que una historia de 200 años es mancillada por un grupo de cafres que han convertido el Everest en un negocio particular que tiene más que ver con un parque temático que con el alpinismo", zanja.

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