Braithwaite recuerda la enfermedad que le tuvo de niño en silla de ruedas: "Sentía vergüenza por ser diferente"

Martin Braithwaite, durante un partido
Martin Braithwaite, durante un partido
Europa Press
Martin Braithwaite, durante un partido

La vida de Martin Braithwaite estuvo muy cerca de ser radicalmente distinta si no se hubiera curado de la enfermedad que padeció de niño. El danés se vio afectado por el síndrome de Legg-Calvé-Perthes, que hacía imposible pensar que acabaría siendo ya no solo futbolista profesional, sino simplemente una persona que pudiese caminar con normalidad.

Aquellos años, cuando tenía unos 5, fueron muy duros para él y para su familia. "No me acuerdo mucho, pero eran días muy tristes. Ves a los demás niños corriendo, jugando y riendo. Fue un momento muy difícil de mi vida. Recuerdo que sentía, cómo decirlo, vergüenza por ser diferente. No quieres ese tipo de atención", rememora en una entrevista a la CNN.

La Legg-Calvé-Perthes es un trastorno infantil que ocurre cuando se interrumpe temporalmente la circulación sanguínea en la cabeza del fémur y el hueso comienza a necrotizar y a deshacerse. Aunque con el tiempo y el tratamiento se vuelve a recuperar la circulación, una mala rehabilitación puede provocar que el hueso no se regenere con su forma esférica y provoque dolor e incluso parálisis al contacto con la cadera. Algunos de los afectados tienen que vivir con una silla de ruedas a su lado, incluso permanentemente.

Por eso, aunque era muy pequeño, Braithwaite se tomó muy en serio su recuperación. "Yo quería ser futbolista y no tenía 'plan B'", admite. En ese plan entró el Barcelona, que sin duda no lo vio venir.

El fichaje del Barça y las sospechas de su mujer

Años después ya se había labrado una humilde carrera deportiva, hasta que llegó el día que recibió la llamada de su representante. "Estaba recogiendo a mi hijo del entrenamiento, y mi agente llamó y me dijo que el Barcelona estaba interesado. Dijo que parecían muy, muy interesados", recuerda. Entonces, para no levantar sospechas y evitar filtraciones, mantuvo en secreto para todos las negociaciones, incluida su esposa.

"Sé que en el fútbol cuando hay interés, no significa nada. Aún queda un largo camino por recorrer para que firmes los papeles", explica. "No soy un tipo que guarde secretos; realmente soy un libro abierto. Mi esposa sentiría que algo estaba pasando porque ocultar estas llamadas telefónicas", recuerda, y se lo explicó... aunque la respuesta de su mujer le chafó la sorpresa. "Ella simplemente sonrió y dijo: 'Sé lo que me vas a decir'", sonríe Braithwaite.

Su fichaje por el Barcelona se produjo en el mercado de invierno de 2020, y aunque empezó con minutos, la marcha de Ernesto Valverde le hizo perder el protagonismo que esperaba. Las piezas jugaron a su favor y se vio no sólo como un suplente, sino como un titular más o menos constante. A sus 29 años vive un momento dulce, que ni mucho menos se imaginaba cuando veía desde su silla de ruedas a sus vecinos jugar al fútbol.

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