Una de las grandes virtudes de Fernando Alonso al volante de un Fórmula 1 es la salida. Entre las suertes del automovilismo, esta se le da excepcionalmente bien desde siempre. Sus reflejos, su capacidad para esquivar incidentes o choques innecesarios y la certeza de que ha alcanzado un status en el que sus rivales le respetan y se convierte siempre en un foco de atención en cuanto el semáforo se apaga.

El envoltorio de un sándwich, culpable del abandono de Alonso en Bahréin

Después de 824 días sin tomar una salida de un Gran Premio había mucha expectativa. Él mismo lo admitía el sábado después de la magnífica clasificación del GP de Bahréin que cuajó que tenía sus reservas. "En el WEC e Indy son salidas lanzadas", recordaba. También prometió que iba a pasar unos cuantos rivales en la salida y lo cumplió.

Él mismo compartió en sus redes sociales cómo fue esa arrancada del primer Gran Premio del año, que no acabó porque un aficionado decidió que quería un bocadillo y no tiró el envoltorio a la papelera. "Esto me gusta mucho muchísimo. Primera salida del año. Primeras batallas. Oleeee. Lo he echado mucho de menos", escribió el asturiano.

Carlos Sainz saca pecho por su doble adelantamiento a Alonso y Vettel: "¡Qué bueno volver a competir!"

Una de las primeras víctimas de Fernando Alonso fue Carlos Sainz. El madrileño también cuenta con las salidas como una de sus grandes virtudes, pero en su primera carrera con Ferrari no quería cometer ningún error y prefirió no arriesgar. "Ya habrá tiempo de hacer buenas como en McLaren", contó después del GP, en el que acabó octavo. El piloto de la Scuderia demostró que ya no es un aprendiz, sino todo un veterano, en una espectacular batalla frente a los mismísimos Alonso y Vettel.