La Premier League presenció este domingo uno de los goles que seguramente estén nominados al Premio Puskas al mejor del año en la próxima gala de premios de la FIFA. Nada más y nada menos que en el derbi del norte de Londres entre Tottenham y Arsenal, Erik Lamela se atrevió a ejecutar una maniobra imposible para poner por delante a los suyos.

El argentino no dudó en disparar de rabona el sutil toque de su compañero Lucas Moura, pasando la pierna izquierda por detrás de la derecha para colar el balón, raso, entre los defensas y ajustado al palo derecho de la portería, imposible de detener pese a la estirada del meta 'gunner' Bernd Leno. 

La reacción de sus compañeros al gol anotado por Lamela definían a la perfección la talla del golazo que acababa de anotar, sobre todo, ante el máximo rival de la entidad. Sobre todo la del lateral derecho español Sergio Reguilón, que se llevó las manos a la cabeza en señal de incredulidad.

Sorprendentemente, esta no es la primera vez que el delantero del Tottenham firma un gol de esta categoría ya que en la temporada 2014-2015 también anotó un tanto de rabona contra el Asteras Tripoli en Europa League.