Jaume Roures se querella como acusación particular contra Josep María Bartomeu en el caso 'Barçagate'

El director de Mediapro, Jaume Roures posa para Europa Press tras anunciar la compra de Mediapro de su productora 'El Terrat', en Madrid (España), a 19 de diciembre de 2019.
Jaume Roures
Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
El director de Mediapro, Jaume Roures posa para Europa Press tras anunciar la compra de Mediapro de su productora 'El Terrat', en Madrid (España), a 19 de diciembre de 2019.

Jaume Roures, fundador de la productora Mediapro, es uno de los periodistas o gente de los medios de comunicación que aparecen en la 'lista negra' que han obtenido los Mossos en el registro de documentación sobre el Barçagate. Por este motivo, el empresario va a querellarse como acusación particular contra Josep María Bartomeu.

La estrategia general que tenía I3 Ventures para actuar con él era: "Hablar que es parte de las mafias del club (¿hacer un informe de las mafias del club?), que Roures participó en todos los procesos de corrupción del club (bajarle el tono al tema independentista, no mencionar que sea independentista para no hacer que los independentistas apoyen ciegamente a corruptos, por ejemplo)".

Nada más conocer que estaba en esa lista, Roures ha anunciado acciones legales contra lo que califica como "acciones enfermizas". "Esta gente debería pasar psicotécnicos", insistía, en el programa 'El Mon a RAC1'. El socio fundador de Mediapro ya ha presentado las querellas por calumnias e injurias, que se unen a las de administración desleal y corrupción entre particulares contra Bartomeu y Masferrer. Él mismo había participado en ella previamente, señaló.

"Cuando saltó el Barçagate o Bartogate, como lo queráis decir, denunciamos yo personalmente y Mediapro tanto por injurias y calumnias como por administración desleal. Denunciamos nosotros y Dignidad Blaugrana, y después se inició este proceso, que todavía hoy está lleno de mentiras", recuerda.

En sus palabras también apunta contra Óscar Grau, otro de los detenidos aunque puesto ya en libertad. "Las veces que me reuní con él no tenía nivel para ser CEO. Quizás era una maravilla como jugador de balonmano, pero para el resto dejaba mucho que desear", criticó Roures.

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