Jordan Pickford está viviendo un calvario en las últimas semanas. El pasado 17 de octubre, el meta del Everton lesionó en un choque fortuito a Virgil Van Dijk, la gran estrella de su máximo rival, el Liverpool, por el que el holandés se perderá prácticamente lo que resta de temporada.

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El guardameta no recibió ningún castigo ni sanción posterior, engrandeciendo el enfado de los aficionados reds, que están yendo más allá con abuso en internet y hasta amenazas de muerte, según ha reportado el Daily Mail.

Por eso mismo, el guardameta se ha visto obligado a contratar un cuerpo de guardaespaldas, ante el temor de que algo le ocurra a él o a su familia. Un equipo de seguridad que, según algunos medios, alcanza la veintena de efectivos.

"Jordan está impactado por el nivel de abuso que ha recibido desde el partido. Está decidido a hacer lo que sea necesario para asegurarse de que su familia está a salvo", reporta una fuente cercana al jugador consultada por el medio británico.

La seguridad le ha aconsejado alejarse de las redes sociales, que podían desvelar detalles sobre su ubicación. Además, la policía de Merseyside ha abierto una investigación por varios tuits amenazantes que ha recibido también su compañero de equipo, Richarlison.