La polémica arbitral del Clásico del Camp Nou, que el Real Madrid ganó al FC Barcelona por 1-3, sigue coleando. El club azulgrana ya mostró su malestar desde la parcela deportiva (Koeman) y la institucional (Guillermo Amor), pero fue más allá y se quejó ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), según Sport.

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El Barça se puso en contacto este domingo con el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, para protestar de manera formal por el arbitraje de Martínez Munuera en el Clásico.

El penalti de Lenglet a Sergio Ramos señalado por el colegiado tras consultar la acción no fue la única jugada polémica del partido y desde el Barcelona lo denunciaron.

La derrota en el Clásico escuece más de lo normal en la ciudad condal porque consideran que los errores de Munuera fueron decisivos en el resultado, ya que el Madrid puso el 1-2 con el mencionado penalti, hasta el punto de que un directivo azulgrana estalló en sus redes sociales para calificarlo como "un puto escándalo".