El Clásico ha hecho que el Real Madrid se olvide de todas sus penas. Ha convertido los dos sonrojantes tropiezos anteriores casi en anécdotas. En la entidad blanca, todo es felicidad en estos momentos tras una victoria que deja muy, muy reforzado al conjunto madridista tanto por el resultado como por la gran imagen ofrecida en el Camp Nou.

El Real Madrid conquista el Clásico y acaba con la crisis

Los días previos a la visita al Barcelona fueron muy tensos con constantes alusiones a que Zidane incluso se jugaba el puesto en el feudo azulgrana, que una derrota le dejaba al borde de la destitución. 

El propio entrenador galo reconoció en la rueda de prensa del viernes que la situación era delicada, pero reiteró su confianza absoluta en sus jugadores y recordó lo sucedido la temporada pasada, cuando hubo los mismos rumores antes de la decisiva visita al Galatasaray en la Champions en la que los blancos se jugaban su futuro en Europa.

Pero si algo ha demostrado este Real Madrid de Zidane es que en las grandes ocasiones siempre compite. Seis veces ha dirigido el galo al conjunto blanco en el Camp Nou con un espectacular balance: tres victorias, tres empates, cero derrotas. Su récord en el campo del eterno rival es otro hito más en la carrera como entrenador de Zizou.

Figura reforzada

La figura del entrenador francés sale muy reforzada, pero no es el único al que el partido del Camp Nou le ha venido de maravilla. Mostrarse superior al Barcelona en su propio campo –aun sin público– demuestra que el actual campeón de Liga es el favorito para volver a llevarse el título y muchos de sus jugadores demostraron que, pese a la veteranía de la columna vertebral madridista, aún tiene mucho que decir.

El Clásico ha dejado claro que Sergio Ramos es absolutamente imprescindible. Del caos defensivo que se vio ante el Shakhtar se pasó a un equipo sólido atrás y sin apenas fisuras gracias a la presencia del camero. Por si eso fuera poco, fue decisivo con el penalti que provocó y marcó.

El Madrid visita Alemania para medirse al Borussia Monchengladbach en un partido con poco margen de error

Karim Benzema y Toni Kroos también dieron una lección de fútbol en el Camp Nou y Fede Valverde demostró que está ya para ser indiscutible en este equipo. Modric, que no fue titular, dejó muestras de su tremenda calidad cuando salió al campo para manejar a su antojo el partido y sentenciarlo con un golazo perfecta muestra de su clase.

Todas las piezas encajaron a la perfección en el Camp Nou y ni siquiera la lesión de Nacho trastocó los planes de Zizou. Con los tres laterales derechos lesionados, el galo apostó por Lucas Vázquez en esa posición y el gallego le respondió con un partidazo que sorprendió hasta a sus más acérrimos detractores.

El Real Madrid afronta ahora una semana con mucho en juego, sobre todo este martes en la Champions. Visita Alemania para medirse al Borussia Monchengladbach en un partido con poco margen de error, no puede permitirse no puntuar de nuevo. Mantener la tensión, el gran debe de este equipo, será clave.

Brillaron en el clásico

Zinedine Zidane: De cuestionado a recibir halagos por su récord en el Camp Nou: 3 victorias, 3 empates, 0 derrotas.

Luka Modric: Su salida coincidió con una gran superioridad blanca. Y su gol, pleno de talento, será recordado siempre.

Sergio Ramos: Queda claro que es el jugador más imprescindible de este Real Madrid. Líder atrás y referencia ofensiva. 

Toni Kroos: Controló el juego a su antojo y dominó el centro del campo, sobre todo cuando entró Luka Modric.

Fede Valverde: Descomunal despliegue físico para un equipo que necesita justo eso. Además, tiene criterio y marcó un gol.

Karim Benzema: Falló una clarísima ocasión, sí, pero por lo demás dio un clínic de cómo jugar al fútbol y le dio un gol a Valverde.

Lucas Vázquez: Héroe por accidente. Entró por la lesión de Nacho en una posición que no es la suya y fue de los mejores. 

Ferland Mendy: Inabordable. Frenó primero a Pedri y en la recta final a Trincao. Por su banda no pasa absolutamente nadie.