Pese al cambio de clima, nunca es tarde para hacer la mochila y lanzarse al monte. Disfrutar de una escapada por la naturaleza puede ayudarnos a despejar nuestra mente y a sentirnos completamente desconectados del trabajo y las responsabilidades del resto de la semana.
Pero hay que tener en cuenta que, con la llegada del otoño, también llegan una serie de riesgos que pueden poner en peligro el día de ruta o, incluso, a los excursionistas. Es por eso que Diego Herranz, graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y técnico de media montaña, nos explica cómo planificar salidas a la montaña con seguridad.
"Los riesgos objetivos que podemos encontrarnos en esta época del año están relacionados con la luz, las precipitaciones y las temperaturas", explica este técnico. Así, en baja y media montaña nos podemos encontrar con cauces y ríos desbordados que nos impidan practicar barranquismo o seguir un sendero.
En la alta montaña, por otro lado, este riesgo adopta forma de nieve sobre todo a partir de los 2.000 metros. Una actividad que pueda parecer sencilla se convierte en un terreno más difícil por esa primera capa de nieve que acaba congelándose.
Por otro lado, el problema de la luz y de las temperaturas van de la mano. Al disponer de menos horas de sol las actividades han de ser más cortas, ya que quedarse a oscuras implica correr el riesgo de perderse y el frío puede dar lugar a hipotermias.
Consejos para mantener la seguridad
Sin embargo, pese a que haya que tener más factores en cuenta Diego no desaconseja las salidas y rutas por la naturaleza durante esta época del año. "El tema de la montaña tiene que ver mucho con la lógica, el sentido común y el criterio individual", apunta. Hay que ser consciente de la necesidad de planificar las rutas y las escapadas más concienzudamente y de ser más previsor, pero se puede disfrutar igual del monte. Para ello, este técnico de montaña nos da los siguientes consejos:
- Calcular los horarios teniendo en cuenta las horas de luz. Hay que dejar un margen de dos horas entre el final de la actividad y la hora en la que se pone el sol.
- El material que se lleve, estando en montaña, tiene que cubrir varias opciones: elementos de protección del frío, chubasquero, abrigo…
- Hay que perder más tiempo en preparar la mochila, que tiene que estar hecha más al detalle. Es imprescindible incluir un pequeño botiquín.
- No hay que arriesgarse a la hora de elegir la exigencia de la actividad. Mejor quedarse corto que pasarse.
- Consultar los partes meteorológicos y las alertas de AEMET antes de salir.
- Consultar con los refugios de montaña o los guías las condiciones reales del lugar en el que se va a realizar la excursión.
Es importante ser conscientes de nuestras propias capacidad antes de ponerse en marcha y valorar las condiciones de cada momento antes de lanzarse a la aventura para poder disfrutar de la montaña con seguridad.
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