El 'caso Bale' se enquista de nuevo en el Real Madrid con el sueldazo del jugador como gran problema

Gareth Bale y Zinedine Zidane.
Gareth Bale y Zinedine Zidane.
EFE
Gareth Bale y Zinedine Zidane.

Los jugadores internacionales se están reincorporando en estos días a sus equipos una vez que los partidos de sus respectivas selecciones se acaban y uno de ellos es Gareth Bale, que tras jugar los 90 minutos este domingo con su selección ante Bulgaria, volverá este miércoles a los entrenamientos de un equipo en el que ni él quiere estar ni su entrenador quiere tampoco que esté.

El ‘caso Bale’ continúa enquistado en una situación que resulta de lo más paradójica, pues ambos desean lo mismo pero el acuerdo no llega. Fue el propio jugador galés el que dejó claro la semana pasada que no quiere continuar en el Real Madrid y que la única razón de que no haya salido aún es que el club, según sus propias palabras, no le ha dejado. "¿Irme? Quiero jugar al fútbol, me siento en forma. Está en manos del club, pero ponen las cosas muy difíciles", dijo Gareth en una entrevista con Sky Sports. "Intenté irme el año pasado y en el ultimo segundo se rompió todo y no se materializó. Es una pregunta para el club, quiero jugar al fútbol, yo no lo puedo controlar, tengo un contrato", añadió el jugador gales.

La clave de todo está en su ficha, difícil de asumir para la mayoría de los clubes y desactualizada con respecto a su rendimiento en el campo en las dos últimas temporadas. 15 millones de euros netos anuales cobra el futbolista gales, una ficha altísima y a la que Gareth Bale no tiene intención de renunciar. Es por ello que el atacante británico se remite a su contrato y lo que dificulta su salida del conjunto madridista.

"Volver a la Premier no está en mis manos, veremos qué pasa", explicó Gareth Bale en la citada entrevista. Un regreso a la liga inglesa parece la única salida para el futbolista, pero el Tottenham de José Mourinho, el equipo en el que se convirtió una estrella y el que más desea su vuelta, no parece tener en estos momentos el suficiente músculo financiero para afrontar una operación tan importante. La otra opción podría ser el Manchester United... y no hay muchas más salidas para Bale.

De momento, ni el galés renuncia a una parte de su sueldo ni el Real Madrid está por la labor de dejarle salir pagándole una parte de sus emolumentos, por lo que Gareth Bale está ya a las órdenes de un Zidane que no le quiere y que considera un marrón tener al futbolista en la plantilla. El técnico galo, que nunca ha tenido una gran relación con el galés, contó cada vez menos con el extremo tras la reanudación de la competición y el británico no entró ni en la lista ante el Leganés en el último partido de la Liga ni viajó a Mánchester para enfrentarse al City en la Champions. La sorpresa que causó su ausencia recibió respuesta de Zidane, que explicó que había sido el propio Bale el que había pedido no viajar. Una decisión que finiquitaba su carrera como jugador blanco. 

El esperado reencuentro entre Bale y Zidane no se ha producido, de momento, pues el técnico galo le ha dado dos días de vacaciones a sus jugadores internaciones. 

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