La cláusula de la discordia: qué dice el Barça y qué Messi para defender sus posturas

Josep Maria Bartomeu Leo Messi
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TWITTER JOSEP MARIA BARTOMEU - Archivo
Josep Maria Bartomeu Leo Messi

El envío de un burofax por parte de Messi para anunciar su decisión de abandonar el Barça y hacerlo, además, gratis acogiéndose a su cláusula ha provocado un terremoto en can Barça.

Aunque el club, en voz de su director deportivo Ramón Planes, ha asegurado este miércoles que no existe guerra alguna, lo cierto es que se ha generado controversia entre ambas partes por las condiciones del contrato del argentino.

En la última renovación contractual del '10', se acordó que, cuando cumpliera 32 años (ya tiene 33), el jugador podría elegir marcharse libre a final de temporada si así lo deseaba. Una cláusula que ya firmó el Barça con otros futbolistas estandartes del club como Xavi o Iniesta. Sin embargo, no parece ser tan fácil o, al menos, así lo manifiesta la entidad.

Lo que argumenta Messi

En su intención de salir del club, Messi se escuda precisamente en ese privilgio contractual que acordó con el club: poder elegir si quiere irse o no al final de cada temporada en función de sus sensaciones, toda vez que superara los 32 años de edad. 

Es decir, tras el descontento y los varios motivos por los que el jugador quiere cambiar de aires y poner fin a 20 años de azulgrana, él se aferra a lo contemplado en su contrato. Pero el Barça señala un detalle que se lo impide.

Lo que argumenta el Barça

Ese detalles una fecha: el 10 de junio. Según el club, efectivamente el jugador, según contrato, puede elegir a final de temporada si abandonar en calidad de libre, siempre y cuando lo comunique antes de esa fecha.

De lo contrario, tendrá que abonar su elevadísima cláusula de rescisión, que asciende a 700 millones de euros o buscar un club con el que se pueda llegar a un acuerdo de traspaso. 

La traba de la fecha, desde el punto de vista de Messi, no es válida al haber concluido la temporada oficialmente el 23 de agosto y no el 30 de mayo como inicialmente estaba previsto, debido a la situación excepcional por la pandemia de coronavirus.

Por todo este embrollo, y dada la aparente poca intención de ceder por ninguna de las partes, es posible que el asunto pueda terminar en los juzgados.

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