Tres puntos más para el Real Madrid y diferencia de cuatro con el Barça en lo alto de la clasificación, en un partido en el que supieron sufrir y aguantar. No le funcionó el plan a Bordalás y a su Getafe pese a que su equipo fue mejor hasta el gol de Ramos desde el punto de penalti.

El encuentro arrancó de manera muy física. Prueba de ello, la primera amonestación del partido, que llegó en el segundo 9, tras un pisotón en la presión de Timor a Isco. Un poco más hubo que esperar para las primeras ocasiones. Primero fue la parada de Soria ante un disparo de Benzema y respondía el Getafe en dos ocasiones que también detuvo Courtois.

Los visitantes se mostraban más cómodos que los blancos en el primer cuarto de partido, dando más sensación de peligro que sus rivales. Sin embargo, Vinícius tuvo la más clara hasta entonces, rematando solo aunque forzado un centro de Mendy que sacó Soria con un paradón.

Tras la pausa de hidratación comenzaron los problemas para el Real Madrid. Varane no pudo seguir en el partido por culpa de un balonazo que recibió en los primeros minutos del encuentro y se retiró mareado, entrando en su lugar Militao.

En la recta final de la primera mitad, los blancos reclamaron un penalti a Casemiro que terminó siendo fuera del área. También lo hizo el Getafe, en una internada de Olivera en el área donde Carvajal se cruzaba y tiraba, pero el árbitro señaló falta en ataque.

La primera de la segunda parte la tuvo Modric, con un duro disparo cruzado que se envenenó para el guardameta azulón. Respondió inmediatamente después el equipo visitante a la contra, pero el disparo de Mata se marchó por encima de la portería del Madrid.

El sistema táctico de Bordalás consiguió apartar del juego a los mejores futbolistas de Zidane, con Benzema y Modric desaparecidos y un Vinícius frustrado. La entrada de Rodrygo y Asensio proporcionó esa electricidad que necesitaban los blancos para cambiar el partido.

Comenzó a aparecer el Real Madrid más por la portería de David Soria con acercamientos peligrosos, sobre todo por las bandas. Los desdobles de Rodrygo por la banda con el partido rompiéndose fueron claves en los ataques. Sin embargo, la defensa azulona seguía resistiendo a las llegadas.

Esta vez la pausa de hidratación tuvo el efecto opuesto para los blancos. Volvieron más frescos y prueba de ello fue el error de Olivera que propició el penalti a Carvajal, cuando el lateral se internaba en el área. El capitán Ramos fue el encargado de transformar la pena máxima que a la postre dio la victoria a los suyos.

Victoria clave para el Real Madrid que sigue con su pleno de victorias tras el confinamiento y se sitúa con cuatro puntos por encima del FC Barcelona. Zidane ya acaricia su segunda liga.