Lewis Hamilton sigue al día todo el movimiento mundial que ha provocado la muerte de George Floyd. Las protestas contra el racismo que se iniciaron en Estados Unidos se han propagado por todos los países, incluido su Reino Unido.
Una de las imágenes más impactantes que dejó el fin de semana fue el derribo de una conocida estatua en Bristol, la de Edward Colston. Comerciante y diputado conservador del siglo XVIII, su efigie acabó en el río después de que las protestas se lo llevaran por delante, ya que su riqueza se basó en el tráfico de esclavos desde África.
Hamilton, como descendiente de negros que acabaron en el Caribe, se alegró profundamente al ver la imagen, como ha compartido en sus stories de instagram.
"¡La estatua del traficante de esclavos Edward Colston ha sido derribada! ¡Nuestro país honraba a un hombre que vendía esclavos africanos! Todas las estatuas de racistas que hicieron dinero vendiendo a un humano deberían ser destrozadas. ¿Cuál es la siguiente?", ha escrito en un post, mientras que en el siguiente reta a los gobiernos a la retirada "de forma pacífica de estos símbolos racistas".
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