La Fórmula 1, al borde del colapso debido al coronavirus: ERTEs, Grandes Premios en peligro, retrasos en la normativa...

Carlos Sainz observa su McLaren durante la pretemporada de F1.
Carlos Sainz observa su McLaren durante la pretemporada de F1.
EFE
Carlos Sainz observa su McLaren durante la pretemporada de F1.

La Fórmula 1, como el resto de competiciones deportivas, ha quedado muy tocada por el parón que ha obligado el coronavirus. El Gran Circo no desplegará su carpa, al menos, hasta mediados de junio, si bien el avance de la pandemia y las decisiones de cada país ponen en cuarentena dicha decisión.

El fiasco del GP de Australia dejó bien claro que la Fórmula 1, como entidad, no tenía un plan previsto. Llegaron a Melbourne con la firme intención de correr y les estalló en la cara un positivo de un miembro de McLaren, que luego derivó en una cuarentena generalizada del equipo (voluntaria en algunos casos como los pilotos Carlos Sainz y Lando Norris, obligatoria para los que habían tenido contacto con el contagiado). La sucesiva suspensión y cancelación de los ocho primeros Grandes Premios fue la consecuencia lógica.

Económicamente, esta situación es crítica para el actual 'statu quo'. Los equipos de Fórmula 1, especialmente los de la zona baja de la clasificación, dependen del dinero que ingresan por parte de la organización de los derechos de explotación de la entidad. Los grandes, aunque pierden ingresos, se podrán sostener, pero algunos pueden quedar heridos de muerte.

"Podrían desaparecer cuatro equipos si la situación no se maneja correctamente. La Fórmula 1 se encuentra en una situación muy delicada ahora mismo", aseguraba en la BBC Zak Brown, CEO de McLaren, uno de los primeros equipos que ha tomado medidas en forma de ERTE a su plantilla y bajada de sueldo de sus pilotos y ejecutivos. No es la única escudería: la histórica Williams, en sus horas más bajas, y Racing Point han emprendido medidas similares. No serán las únicas, previsiblemente.

"Podrían desaparecer cuatro equipos si la situación no se maneja correctamente"

Límites presupuestarios, renovaciones y normativa

La insostenibilidad económica de un deporte tan caro como la Fórmula 1 ya había sido puesto a debate previamente. La normativa que iba a entrar en 2021 incluía un sustancioso límite presupuestario, estimado en 150 millones por escudería, en un intento de abaratar e igualar las oportunidades.

Con la drástica reducción de ingresos en 2020, este límite incluso se antoja demasiado alto para las escuderías más débiles. "Tenemos el límite de 150 millones de dólares para 2021, pero la mayoría, incluido uno de los grandes equipos, están dispuestos a quedarse sustancialmente por debajo", admitía Brown. Están negociando con la FIA para que ese límite esté más cerca de los 100 millones.

La situación además es crítica para los pilotos. La Fórmula 1 se rige desde hace años bajo el llamado Pacto de la Concordia, un acuerdo entre caballeros que establece las bases de la normativa y que sostiene el reparto económico en función de unos parámetros. 

Dicho pacto tenía vigencia hasta este 2020, por lo que muchos pilotos acaban contrato a final de año. Los campeones Lewis Hamilton, Sebastian Vettel o el español Carlos Sainz son sólo tres de los corredores que, a día de hoy, no tienen contrato más allá de diciembre de este año. Poca broma.

La temporada 2021 iba a ser la del gran cambio normativo. Los nuevos y revolucionarios monoplazas iban a permitir dar un salto de competitividad y espectacularidad, o esa era la intención, pero para ello se requería de un enorme esfuerzo de desarrollo por parte de los equipos. Dicho gran salto no se dará hasta 2022, al menos.

¿Qué hacer con la temporada 2020?

Antes de afrontar el futuro, la Fórmula 1 tiene un importante reto: cómo colocar las carreras suspendidas y completar la temporada 2020.

Sobre la mesa hay varias propuestas: hacer Grandes Premios hasta enero de 2021, cancelar definitivamente (ahora mismo hay tres que no se celebrarán fijo: Australia, China y Mónaco) más Grandes Premios para acortar el calendario o, directamente, no disputar el campeonato.

Esta última idea llega de Jacques Villeneuve, campeón del mundo en 1997. El canadiense afirma que, para cumplir los contratos, lo mejor sería hacer eventos individuales con valor propio. "Podríamos tener cada GP como una carrera única, a imagen de como las 500 millas de Indianápolis, las 24 horas de Le Mans o un torneo de Grand Slam de tenis. Eso también permitiría a los equipos usar el final de 2020 para prepararse para 2021", reflexionaba.

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