El Real Madrid de baloncesto afronta una dura prueba en la Euroliga al viajar a Milán para enfrentarse al Armani, un encuentro que debió aplazarse o jugarse en un campo neutral por la amenaza del coronavirus, según critican algunos jugadores madridistas, y que se disputará a puerta cerrada.

Trey Thompkins fue el primer jugador que se pronunció sobre el asunto, preguntándose: "¿Por qué no podemos simplemente jugar en un campo neutral?". Además, apunta que "este virus es algo serio así que vamos a tratarlo como tal, por favor".

El tuit de Thompkins recibió el like de Rudy Fernández y precedió a una publicación de Edy Tavares, quien recordó que "la prioridad ahora no es el partido, sino nuestra salud y la de nuestro familiares".

También destaca que "por un partido podemos jugarnos el resto de los que quedan", refiriéndose a un posible contagio en el vestuario madridista.

Facundo Campazzo fue el encargado de dar la cara en la jornada previa al choque y trató de calmar los ánimos ante los medios porque "no estamos ni preocupados ni con miedo, sino tranquilos". 

El base argentino reconoció que "la Euroliga decidió que se juegue con unas especificaciones, como que sea a puerta cerrada. Nunca he jugado un partido así y se nos hará raro que no haya ni periodistas", reconoció sobre la dificultad añadida que supondrá el partido.

Campazzo se siente seguro en manos de la Euroliga ante un problema "que seguimos constantemente y sabemos qué precauciones hay que tomar", aunque no escondió la situación personal.

"¿Qué dice nuestra familia? Mi mujer quiere que me quede en casa, pero confiamos en el club y en la Euroliga. Jugar sin público es una medida justa para que nosotros y nuestras familias estén más tranquilas”.

Desde el club italiano también reconocieron que deben adaptarse a las nuevas circunstancias decretadas por la Euroliga para la disputa del encuentro.