Este mes de febrero que entra supone para la NBA una especie de renacer después de un trágico enero con las muertes de David Stern y de Kobe Bryant. Eso mismo fue lo que representó la noche del 31 de enero en el Staples Center de Los Ángeles, que albergaba su primer partido desde que una de las más grandes leyendas de la franquicia doroada y púrpura (si no la más grande) perdiese la vida en un fatídico accidente junto a su hija y siete personas más.

Una serie de homenajes que, en cierto modo, supusieron la culminación de una semana de luto en la NBA y en el deporte en general. El Staples se vestía de gala para despedirse por última vez de Kobe Bryant.

Ya desde antes del comienzo del encuentro en el pabellón se palpaba un ambiente especial, engalanado para una noche mágica donde todos los aficionados iban a tener su propia camiseta con el 8 o el 24 y 'Bryant' a la espalda. 

Comenzaba la noche con un lleno casi absoluto en el Staples. Decimos "casi" porque hubo dos sitios que no estuvieron ocupados, los dos en los que Kobe y Gianna solían sentarse a pie de pista cuando iban a ver a sus Lakers. Las dos butacas lucían las camisetas de padre e hija con un ramo de flores cada una.

El homenaje principal comenzaba con el artista Usher interpretando el tema 'Amazing Grace' en honor a Bryant, seguido de un vídeo con las mejores imágenes y momentos con su familia y frases del jugador, acompañada por la emotiva canción, 'Hallelujah', también interpretada en directo.

Sonaba el himno de Estados Unidos previo al partido y LeBron James rompía a llorar recordando al que fue su mentor, antes de tomar el micrófono para dedicarle algunas palabras, rememorando sus mejores vivencias con él.

Era el momento de anunciar a los jugadores de los Lakers, que ya antes habían salido a calentar con camisetas con el 8 y el 24 de Bryant, y en la megafonía del estadio también recordaron a Kobe en la presentación. "No. 24, 6’6”, 20th campaign out of Lower Merion High School, Kobe Bryant" era lo único que se repetía en los altavoces del Staples Center durante la presentación de los jugadores.

Instantes antes de que diese comienzo el partido, se guardaron 24,2 segundos de silencio (24 por Kobe y el 2 por el dorsal de Gigi), para que en la primera posesión del encuentro también se optase por dejar correr el cronómetro y no disputar los primeros 24 segundos. Un homenaje en el que también estuvieron presentes las compañeras de equipo de la pequeña Gianna.

Durante todo el partido la Mamba también estuvo presente en las camisetas de los angelinos, que lucían un parche negro con las iniciales de Kobe Bryant, el mismo con el que decoraron el parqué del pabellón. 

Una de las noches más emocionantes y emotivas en la historia de la NBA, en la que se despidió a una figura que trascendió más allá del deporte, inspirando a toda una generación de personas que gracias a la 'Mamba Mentality' han conseguido triunfar. Pese a que habrá más actos conmemorativos en honor de Kobe, se cierra una etapa después de la noche vivida en el Staples.