La NBA ha vivido una de las mayores remontadas de su historia. La firmaron los Sacramento Kings al dar la vuelta al marcador en su partido con los Timberwolves, a quienes se impusieron por 129-133. 

La hazaña comenzó a forjarse en los últimos tres minutos del último cuarto, cuando los de Luke Walton perdían por 17 puntos. Sin embargo, los Kings fueron recortando su distancia en el marcador hasta colocarse dos puntos a menos de cinco segundos de partido y disponer de un tiro libre a su favor. 

El encargado de lanzar a canasta, De'Aaron Fox, que sorprendió a todos con una genial estrategia que le sirvió a su equipo para empatar el partido y mandarlo a la prórroga. El base, en vez de lanzar el balón a encestar, apuntó al aro, cogió su propio rebote y encestó, consiguiendo los dos puntos que necesitaban los Kings para igualar el choque. 

Al final, en el tiempo añadido, los Sacramento Kings terminaron de completar la hazaña y ganaron el encuentro a los Timberwolves.