El Real Madrid se fue del Clásico del Camp Nou con la sensación agridulce de haber podido ganar al FC Barcelona, pero también con una seria decepción por el arbitraje y los penaltis no pitados a Raphael Varane. El defensa madridista fue objeto de pena máxima, primero, tras recibir un plantillazo de Lenglet y, solo unos segundos después, por un agarrón de Rakitic a la salida de un córner.
El conjunto blanco ya mostró su malestar de manera oficial a través de Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del club, y también lo hizo en la crónica que publicó en su web.
El mismo titular ya reflejaba el enfado del madridismo con el colegiado Hernández Hernández, ya que apuntaba que "ni el árbitro ni el VAR vieron dos penaltis a Varane".
En el texto, se destacó que "el francés sufrió un plantillazo de Lenglet y dos minutos después fue agarrado de la camiseta por Rakitic. Varane estuvo en el centro de las dos acciones más polémicas del Clásico en el Camp Nou. El jugador francés sufrió dos penaltis en la primera parte que Hernández Hernández no castigó. En el minuto 17, el madridista subió a rematar un córner y en la jugada posterior recibió un plantillazo en el muslo derecho por parte de Lenglet dentro del área, que no vieron ni el colegiado ni el VAR (donde estaba De Burgos Bengoetxea)".
Además, lamenta que "dos minutos después, en otro saque de esquina, el central fue agarrado de la camiseta por Rakitic y acabó derribado dentro del área. Pero nuevamente, ni el árbitro ni el VAR decidieron señalar la pena máxima".
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